¿Al mar o a la montaña?

¡Ya va siendo hora de ponerse de acuerdo para salir de vacaciones! ¿Por qué escoger, cuando se puede tener todo?

Pero, ¿a dónde nos vamos? ¿al mar o a la montaña? ¡Qué difícil elección! Todo dependerá de tus gustos, circunstancias y preferencias. Aunque…¿por qué escoger, cuando se puede tener todo?

Cuando hablamos de mar y montaña en gastronomía podemos tenerlo todo: productos del mar, del campo y de la huerta ¡en un mismo plato!

Si exploramos un poco en sus orígenes descubriremos que, tienen un punto en común: los países del Mediterráneo y por supuesto la dieta Mediterránea, donde la pesca y la caza se alían como medio de subsistencia.

En épocas de escasez se recogían moluscos y peces en el mar, se cazaban conejos y en muchas granjas eran afortunados por criar cerdos. Se unían todos estos ingredientes junto con verduras de las huertas y cereales como el arroz consiguiendo platos muy completos. ¡Esto es una demostración de que el ingenio se agudiza en momentos de dificultad!

Como resultado de la necesidad, surgió una gran tradición de mezclar ingredientes del mar y la montaña que ha llegado hasta nuestros días en forma de deliciosos arroces de pollo o conejo con diferentes crustáceos y verduras.

“Arroz meloso con pollo y marisco”

Es en Cataluña donde este tipo de platos populares ha alcanzado su máximo exponente.

Las combinaciones más frecuentes son carnes (pollo o conejo) con crustáceos y cefalópodos (langosta, gamba, sepia, calamar…) Se cuecen a fuego lento y en cazuela de barro consiguiendo una salsa para “mojar pan” mientras disfrutamos de…

Albóndigas con sepia, pollo con cigalas y butifarra, pato con langostinos, pollo con gambas….

En las recetas de mar y montaña todos los ingredientes tienen su importancia. Una correcta combinación de los productos nos dará un equilibrio de sabores y con un buen sofrito y majada conseguiremos una excelente salsa.

Os facilitamos un par de trucos básicos para que consigáis una salsa de “rechupete”:

– El secreto está en cocinar a fuego lento, dorando lentamente los ajos picados, el pan desmenuzado, las almendras y los piñones, también picados. Retiramos y en el mismo aceite se pocha la cebolla, cuando se ablande se añade el tomate y chup, chup….lentamente 20 minutos. En un mortero se maja la mezcla de piñones, almendras, pan y ajos, antes de incorpóralos a la salsa. Esta mezcla es la que dará consistencia y espesor.

– Y por supuesto, no debemos olvidar que a la hora de añadir vino a la preparación “no todo vale”. El aroma impregna la preparación. Así que para estas recetas de sabores intensos nada mejor que un buen coñac. Por favor, hemos dicho…¡¡BUEN COÑAC!!

Ya sabemos que sólo estos sencillos trucos no son suficientes para que os pongáis el delantal y plenos de ilusión os lancéis a cocinar, así que ¡¡estad atentos al viernes!! No os dejamos solos, llegaremos con una receta de mar y montaña, sencilla y detallada para que triunféis y disfrutéis.

¡¡Qué afortunados somos todos “LOS CATACALDOS”, no tenemos que escoger, lo tenemos todo en un solo plato!!

Recordad que nos encanta conocer vuestra opinión y sugerencias así que no os cortéis y contadnos que os parecen las mezclas mar y montaña.

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