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Tajine de cordero con frutos secos

Hoy viajamos hasta marruecos para preparar la receta de hoy, un rico y aromático…TAJINE de CORDERO con FRUTOS SECOS.

Esta receta recibe su nombre por el recipiente en que se cocina, el TAJÍN: recipiente de poco fondo, hecho de barro cocido y barnizado con una característica muy particular que consiste en una tapa cónica. Esta tapa mantiene el calor y el vapor durante y después de la cocción, que se condensa en la parte superior de la misma y vuelve a caer sobre los alimentos, evitando que se resequen mientras se cocinan.

Esta receta es similar, en su preparación, a la caldereta de cordero, pero utiliza más especias y añade frutos secos.

Ingredientes:

1 kg de cordero cortado en trozos

2 cebolletas

3 dientes de ajo

2 zanahorias

100 gr de calabaza

1 cucharada de jengibre fresco molido

1 rama de canela

Azafrán

Una pizca de comino y cardamomo

300 gr de ciruelas pasas o pasas sultanas

100 gr de almendras crudas

1 cucharada de zumo de limón

Pimienta negra molida

Aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Salpimentamos los trozos de cordero y, en la cazuela (Tajín) con aceite de oliva, y los sofreímos hasta que estén dorados. Los retiramos a un plato con papel de cocina y reservamos.

En el mismo aceite doramos los dientes de ajo sin pelar y añadimos el jengibre fresco rallado a la vez que incorporamos las cebolletas picadas y las zanahorias y calabaza peladas y troceadas.

Todo a fuego bajo durante unos cinco minutos hasta que la cebolla adquiera un tono transparente. Incorporamos la canela, el comino, el cardamomo y el azafrán removiendo ligeramente para que se tuesten y desprendan sus aromas.

Añadimos al guiso, los trozos de cordero regando todo con abundante agua (no tiene que cubrir), y tapamos la cazuela y dejamos a fuego suave la cocción durante una hora y media.

Añadimos las ciruelas pasas y dejamos cocer otra media hora, momento en el que el cordero estará en su punto. Agregaremos las almendras, previamente tostadas en el horno, y comprobamos el punto de sal y pimienta negra. Por último, regamos con un chorrito de limón y unas cuantas hojas de cilantro fresco.

¡¡¡Dejamos reposar y…listo!!!

Por supuesto el acompañamiento no puede ser otro que un delicioso cuscús.

¿Habéis preparado algún tajine? ¿Con que carne? ¿Es el de cordero el preferido?

¡¡¡Al calor de los guisos!!!

El termino guiso se refiere a la técnica de cocinado en que se prepara en salsa diferentes ingredientes después de haberlos rehogado.

Con esta técnica se obtienen platos muy sabrosos y nutritivos. Y en otoño e invierno son perfectos para que nos reconforten y calienten.

Los guisos son una tradición en nuestra gastronomía, desde la antigüedad han sido platos de consumo casi diario: carnes, legumbres, patatas y verduras eran los ingredientes más frecuentes, así como un aporte importante de grasas debido al tipo de actividades y trabajos que se realizaban. En la actualidad ocupan un lugar importantes en nuestras costumbres gastronómicas pero se ha variado y reducido la grasa.

¿Cómo preparamos un guiso?

Empezamos con los ingredientes que vamos a rehogar.

En una cazuela ponemos Aceite de Oliva Virgen, añadimos cebolla, pimiento verde, zanahorias… Rehogamos 3 minutos. Añadimos otras verduras (incluidas las patatas) y la carne que rehogaremos durante 5 minutos. En este momento podemos poner el vino (si así lo indica la receta) y el agua. A partir de que empiece a cocer tapamos la cazuela y dejamos a fuego lento largo tiempo.

Cuando esté a mitad de cocción podemos añadir pimentón dulce y especias (a nuestro gusto)

Podemos seguir las mismas pautas para preparar unas lentejas guisadas con verduras o algún guiso de pescado de roca.

Con esta técnica de cocinado conseguimos platos muy sabrosos y nutritivos. Perfectos para preparar de un día para otro ya que se intensifican los sabores y aromas.

¿Sois de guisos? ¿Cuál es vuestro guiso preferido? ¿Tienes algún truco secreto?

Cocido, plato típico de nuestra gastronomía

Si hay un plato típico español ese es el cocido, de gran tradición en nuestra gastronomía. Preparado a fuego lento durante horas para que todos los ingredientes dejen su sabor y sustancia en el caldo.

Aunque se sabe que los orígenes están en los primeros siglos de nuestra Era, es en el siglo de Oro Español (XVI-XVII) cuando grandes escritores como Cervantes, Quevedo… describían en sus escritos la “Olla Podrida”,  nombre que recibía porque se utilizaba ingredientes que se tenían en la despensa y se echaban a la olla antes de que se pudrieran.

Fue el plato español por excelencia y que se comía a diario tanto en hogares pudientes como modestos. Los ingredientes eran garbanzos, verduras de temporada, tocino y cuando era posible carnes variadas.

Esta olla fue modificándose, con el paso del tiempo, dando paso, en el siglo XIX a nuestro cocido contemporáneo con garbanzos, verduras, patata, tocino, carne de vaca y ave, huesos,  jamón y embutidos (chorizo, morcillo…)

Para los que no lo sepan, el cocido es una rica comida española que cuenta con variantes regionales pero que, básicamente, consiste en una guiso hecho en una olla en la que se cuecen carnes, embutidos, verduras, tubérculos y, sobre todo, legumbres.

El cocido es un plato extendido por todo el territorio español con diferentes variantes según la zona. Los cocidos se adaptan a los productos locales.

¡Vamos a ver diferentes tipos de cocidos!

Cocido Madrileño:

Como su nombre indica típico de Madrid aunque también se prepara en otras zonas.

Este cocido consta de, lo que se llama, tres vuelcos (o platos): Sopa con fideos cabellin, garbanzos, patata, verduras (repollo, zanahoria y nabo) y carnes variadas: ternera, ave, huesos, punta de jamón, chorizo y tocino de cerdo.

Cocido Maragato:

Típico de León, recibe su nombre porque sus orígenes se sitúan en la comarca de la Maragateria.

Se caracteriza porque se come al revés que el cocido madrileño. Tiene también tres vuelcos pero en sentido inverso. Primero se consumen las carnes y en último lugar la sopa.

Cuenta la historia y leyendas locales que este cambio se produjo en la guerra contra los franceses. Los soldados españoles empezaron a comer primero las carnes por si les asaltaban y tenían que dejar de comer que se perdiera la sopa y no la carne del cocido.

Pote  gallego:

Cocido típico de Galicia. Este cocido se prepara con patatas, garbanzos, verduras (grelos), algo de carne de ternera y gallina pero sobre todo lleva carne de cerdo (morro, orejas, espinazo, rabo, tocino, chorizo…)

Una variante de este cocido es el Cocido de Lalín, plato típico de la localidad Pontevedresa capital de la comarca de Deza.

Cocido Lebaniego:

Es autóctono de Cantabria, del valle de Liébana.

Se utilizan unos pequeños garbanzos típicos de la zona (Potes) acompañados de verduras y del “compango” (carnes ahumadas, chorizo,  morcilla, tocino…)

Cocido montañés:

Cocido también es típico de la zona de Cantabria y otras comarcas limítrofes.

Se caracteriza porque se prepara con alubias blancas, berzas y compango (carnes…)

 

Escudella i carn d´olla:

Cocido catalán que consta de garbanzos, verduras, carnes de vacuno y cerdo, huesos, butifarras (negras, blancas y rojas),  de la  típica pilota (albóndiga alargada de carne picada con huevo y pan rallado que se corta en rodajas para servir a cada comensal).

Cocido extremeño:

De la zona de Extremadura, se prepara con garbanzos, hueso de jamón, verduras, carnes, espinazo, morcilla patatera, chorizo…

Existen otros cocidos como el cocido murciano, el puchero andaluz… pero hoy nos quedamos aquí.

¿Cuál es tu cocido preferido? ¿Dónde comiste ese cocido inolvidable que sigues recordando a pesar del paso de los años? ¡Cuéntanoslo!

Entrecot “perfecto” con salsa de mostaza

Para los amantes de la carne no hay place mayor (gastronómicamente hablando) que disfrutar de un buen entrecot de vacuno. Carne tierna y jugosa en su punto justo es un placer difícil de resistir.

Si eres carnívoro nato no necesitas nada más que un Entrecot de calidad preparado de la forma adecuada como te contamos a continuación.

El entrecot no es un producto barato por lo que para disfrutar de todas sus cualidades: textura, sabor, ternura… os indicamos los pasos imprescindibles para disfrutar de un delicioso entrecot perfecto:

El primer paso es comprar entrecot en nuestro carnicero de confianza

Sacar la carne de la nevera unos 15/30 minutos antes de cocinarla (dependiendo de la temperatura ambiente)

Secarla muy bien con papel absorbente.

Esperar a que la plancha este bien caliente antes de poner el entrecot.

Con un poco de aceite y con ayuda de un pincel, engrasar ligeramente el entrecot, no hay que poner aceite en la plancha.

Giraremos la pieza de carne con unas pinzas nunca utilizaremos un tenedor para evitar pinchar el entrecot y que pierda parte de sus jugos.

Añadir la sal cuando vamos a retirar el entrecot de la plancha.

El tiempo total de asado depende del punto en que nos guste la carne. Sobre este tema también os dejamos unas indicaciones:

Para un entrecot muy poco hecho (punto rojo o inglés), 1 minuto por cada lado.

Para un entrecot poco hecho o sangrante, entre 1 minuto y medio/ 2 minutos por cada lado. También vale 2 minutos por un lado y uno por el otro.

Para un entrecot al punto, 3 minutos.

Para un entrecot hecho, entre 3 /1/2 y 4 minutos.

Para tipo suela (hay quien lo prefiere así) más de 5 minutos.

Una vez que tenemos claro cómo conseguir  el punto perfecto para nuestro entrecot  podemos añadir una salsa. Una de las que mejor acompañan es la salsa de Mostaza.

 

Preparación salsa Mostaza Antigua:

Ingredientes

½ vaso de nata o leche evaporada

2 cucharadas sopera de Mostaza antigua

1 cucharadita de Mantequilla

Preparación:

 

Derretir la mantequilla en un cazo, Añadimos la mostaza Antigua. Mezclamos bien.

Añadimos la nata y llevamos a punto de cocción moviendo constantemente.

Cuando empiece a cocer retiramos del fuego y reservamos.

¡¡Todo preparado para disfrutar de nuestro entrecot con su salsa de mostaza Antigua!!

¿Cómo te gusta el punto de la carne? ¿Y tú salsa preferida?

Hojas de parra rellenas de cordero y arroz

Estamos en época de vendimia y es el momento perfecto para conseguir hojas de parra frescas y recién recogidas.

En la cocina de los países del Mediterráneo Occidental: Grecia, Turquía, Armenia, Chipre… existe mucha costumbre y tradición de cocinar las hojas de parra rellenas.

Es esta ocasión nos hemos centrado en la gastronomía griega  y en la receta de “dolmades” (nombre griego que reciben las hojas de parra rellenas).

El relleno puede variar, desde arroz solo con especias, pasas o piñones hasta rellenos de diferentes carnes pero siempre con arroz.

Nosotros nos decantamos por un relleno de arroz y carne de cordero con un toque de canela. Mmmmmm!!!

Ingredientes:

  • 18/20 hojas de parra.
  • 150 gr. de arroz de grano largo.
  • 200 gr de carne picada de cordero.
  • 1 cebolla.
  • Un puñado de pasas.
  • El zumo de 2 limones.
  • Un poco de canela en polvo.
  • 1 rama de perejil, aceite de oliva virgen extra y sal.

Preparación:

Ponemos a calentar agua y cuando empiece a hervir, apagamos el fuego y sumergimos las hojas de parra, que habremos lavado bien y cortado el pedúnculo (rabo), durante 15 minutos.

En una sartén con un poco de aceite, ablandamos la cebolla troceada muy pequeña con una pizca de sal, una vez transparente añadimos la carne picada de cordero, movemos y mezclamos bien. Dejamos hacer 2 minutos, ponemos las pasas y el toque de canela. Mezclamos.

Añadimos el arroz, damos unas vueltas y ponemos un poco de agua, no debe cubrir los ingredientes solo intentamos que se empape el arroz.

Bajamos el fuego y movemos frecuentemente unos 20 minutos. Si fuera necesario se puede añadir un poco más de agua caliente.

Apartamos y dejamos que se temple

Espolvoreamos el perejil picado.

Secamos bien las hojas de parra que ya se habrán enfriado.

Extendemos las hojas de parra y vamos poniendo cucharadas del relleno y vamos cerrando:

Colocamos la hoja frente a nosotros con el vértice hacia arriba, doblamos los dos extremos  tapando el relleno de carne de arroz y carne de cordero, a continuación doblamos los lados de la hoja y enrollamos el dolmade, apretando lo suficiente para que quede entero, pero, no demasiado teniendo en cuenta que el arroz debe crecer un poco más.

En una cazuela ponemos dos hojas de parra (que hemos reservado) cubriendo el fondo. Colocamos los dolmades  bien pegados unos a otros para que no muevan.

Exprimimos el zumo de los limones que mezclamos con un poco de agua y un chorrito de aceite de oliva. Regamos los rollitos de hojas de parra.

Cubrimos con un plato llano, tapamos la cazuela y cocemos a fuego lento unos 15 minutos.

Se pueden tomar calientes o fríos  acompañados de salsa de yogur.

¿Conocíais las hojas de parra rellenas? ¿Dónde las habéis tomado? ¿Cómo os gustan más, frías o calientes? ¿Y el relleno? ¿Cuál preferís, con carne o sin ella? Cuéntanoslo, comparte tu receta con nosotros.

Redondo

Carne de vacuno: Categoria Primera

Seguimos conociendo la carne de vacuno!

En anteriores posts, vimos la clasificación de la carne de vacuno y los cortes de carne de vacuno “Categoría Extra”, hoy vamos a profundizar un poco más conociendo los cortes y piezas del vacuno ya sea ternera, añojo, novillo, vacuno mayor…Categoría Primera A y Categoría Primera B.

Cortes carne de vacuno 1ª

Como ya indicamos en nuestra publicación anterior, las categorías comerciales están determinadas por el corte, contenido en grasa, tejido conjuntivo… cada categoría es apropiada para un tipo de preparación o cocción.

Categoría Primera A

Babilla: Tiene forma ovoide. Es un corte muy jugoso cuanto más próximo a la cadera se encuentre, de esta parte se obtienen buenos medallones y filetes. La parte más cercana a la rodilla es más dura y se utiliza para guisar.

Cadera: Es la parte más alta de la pierna trasera que se divide en rabillo, cantero y corazón. Es un corte jugoso, tierno y con poca grasa, perfecto para hacer filetes a la plancha. Son tiernos si están bien cortados (en perpendicular a la fibra).

Contra: Es una pieza grande y con poca grasa por lo que puede algo seca y dura. Aunque se pueden hacer filetes es una pieza perfecta para asar o guisar.

Redondo: Su forma es la que le da el nombre. Es una carne tierna, con pocos nervios y poca grasa. Perfecta para asados, guisos, mechados y elaboración de productos con carne picada.

Tapa: Como su nombre indica, tapa todos los cortes de la pierna, también muy apreciada para hacer a la plancha o para freír. De buena presentación con zonas magras, es una carne tierna de la que se extraen los escalopes y escalopines, ideal para hacer a la plancha o rebozada.

Tapilla: Corte muy bueno para filetes, sin infiltraciones de grasa por lo que es perfecta para rebozar.

Categoría Primera B

Aguja: Se sitúa en las cinco primeras vértebras dorsales uniendo el pescuezo con el lomo. Esta pieza es tierna, jugosa y adecuada para hacer a la plancha, frita, empanada e igualmente apta para guisos.

Brazuelo: Ideal para guisar y hacer caldos, es una carne gelatinosa y con menos nervios que el morcillo.

Culata de contra o contratapa: La culata de contra es una pieza jugosa, tierna y tendinosa. Es un corte ideal para hacer filetes y brochetas o guisos.

Espaldilla o espalda: Es una carne grasa y jugosa, se divide en cantero y plana, del cantero suelen hacerse filetes y del final que es más duro se hace carne picada y de la plana, que se conoce también como solomillo de carnicero, se hacen filetes para freír, aunque en general la espaldilla es apropiada para asar entera en el horno o elaborar guisos y estofados.

Pez: Esta pieza alargada también es tierna y jugosa, el nervio que la recorre es fácil de extraer. Ideal para asar o para hacer rellena.

Rabillo o punta de cadera: Forma parte de la cadera. El centro es más tierno que los extremos, es una carne muy válida para hacer filetes y escalopines, para picar, para guisar o para hacer rellena.

Cuándo compráis filetes o carne para guisar ¿Tenéis claro la pieza más adecuada? ¿Os dejáis asesorar por vuestro carnicero de confianza? ¿En el momento de la compra os aconseja la mejor forma de preparación?

Os dejamos un enlace (aqui) para ampliar información.

Seis razas de vacuno que debes conocer y probar

Según el Ministerio de Agricultura y Pesca hay, aproximadamente, 45 razas de vacas entre las destinadas a producción de leche y las de consumo de su carne.

Morucha, Rubia Gallega, Asturiana de los Valles, Retinta, Pardo Alpina…quizás te suenen estos nombres de razas tradicionales nacionales destinadas al consumo de carne y criadas en prados y montes de nuestro país.

La calidad y sabor de la carne depende de la alimentación y de la forma de cría (en libertad, producción en extensivo, explotaciones tradicionales…)

¡Vamos a ver algunas de las razas más características y especiales!

 

ASTURIANA DE LOS VALLES

Como su nombre nos indica viven en la Cordillera Cantábrica, alimentándose de los pastos de las montañas y de los valles (según la época del año) en pequeñas explotaciones tradicionales.

Es una raza que en los últimos años se ha cuidado mucho estando en estos momentos en expansión.

Su carne es tierna y jugosa, con grasa infiltrada como consecuencia de la alimentación natural y de las jornadas al aire libre en constante movimiento. El nivel de ácidos grasos insaturados es importante influyendo en el sabor y aroma característico.

 

RUBIA GALLEGA

Su lugar de origen está en Galicia y su origen en una raza local que se mantuvo en pequeñas ganaderías de subsistencia. En la actualidad se cría principalmente en Galicia (1.800 explotaciones) pero también se ha extendido a otras zonas del país.

En los últimos 20 años las explotaciones se han modernizado adaptándose a las nuevas normativas pero manteniendo su esencia.

La Rubia Gallega tiene una carne muy tierna y jugosa, con un sabor intenso y muy especial. Son animales de menos de diez meses alimentados de leche materna y forrajes vegetales elaborados con los pastos de las zonas de cría.

 

RETINTA

Nos trasladamos al sur de la Península concretamente a Cádiz y Extremadura para descubrir la raza Retinta. Es una de las tres razas puras de origen español junto con la Tudanca y la Morucha.

Su alimentación es diferente a las razas que hemos visto anteriormente (como consecuencia del clima de las zonas en que viven, más seco y caluroso), pues además de pasto se alimentan de ramas de encinas y musgos.

Su característica principal es su sabor delicado y particular que la hace diferente y única.

 

TUDANCA

Se cría en libertad en zonas altas (pasto de montaña) de Cantabria.

Es un animal de pequeño tamaño que pasta libremente y solo unos meses antes de su sacrificio se les alimenta de cereales. Este cambio de alimentación produce un veteado de grasa dentro del musculo y como consecuencia mayor ternura, jugosidad y sabor. El color de la carne es rojo intenso característico de las razas más rusticas con alto contenido en Omega-3.

 

MORUCHA (SALMANQUINA)

La raza Salmantina o Morucha desciende de desaparecido URO, un tipo de vaca de gran tamaño muy extendido por Europa hasta el año 1.600 D.C.

Es una raza que se cría principalmente en Salamanca pero también las hay en zonas de Zamora, Norte de Cáceres y en la Sierra de Madrid.

Su carne, de rojo intenso, con muy buena infiltración de grasa conocida como “MARMOLEO”.

Como consecuencia del respeto al ciclo de lactancia de las crías, la alimentación posterior en las dehesas con gran variedad de productos naturales y el constante ejercicio físico se produce una carne de gran calidad y sabor característico.

 

PARDO ALPINA (RATINA)

Estas vacas viven en los Montes de León considerados como uno de los mejores lugares para su cría por el clima de la zona (más bien seco).

El apodo de “ratina” procede de su color característico (grisáceo), es una raza mixta, también da leche.

Su carne es roja y sabor con diferentes matices dependiendo de la pieza que se consuma. La grasa envuelve a los músculos aportando un extra de jugosidad.

Como dice el refrán…”para gustos los colores” por lo que es difícil decir que raza de vacuno es mejor que otra. En esta ocasión hemos presentado las mejores consideradas por ganaderos y cocineros.

Sabemos que hay pequeñas explotaciones de variedades locales (que no llegan al mercado) y que son de gran calidad. ¿Conoces alguna?

¿Qué piezas son las que te gustan más…chuletón, lomo…? ¿Conoces algún restaurante donde disfrutar de alguna de estas razas de vacuno?

 

 

Consejos para un picnic inolvidable

Con la llegada del buen tiempo nos apetece disfrutar más del sol, de la naturaleza y de actividades al aire libre. Organizar un picnic ya sea en el campo, la montaña, la playa, al lado de un lago o rio es un plan perfecto para compartir con la familia o amigos de un tiempo de relax sin prisas.

Que un picnic sea una comida informal no quiere decir que haya que improvisar, es imprescindible, para que sea un éxito y disfrutemos, planificar todos los detalles

Para que el picnic sea inolvidable y nada lo estropee os dejamos unos consejos que no debéis olvidar:

Seleccionar un lugar adecuado para la comida, sino tenemos sombrillas mejor buscar la sombra de un árbol ya que vamos a estar muchas horas al aire libre.

  • Utensilios (servilletas, vasos, cubiertos, platos, sacacorchos, abrelatas…) según el menú que hallamos pensado. Si vamos a consumir carne no debemos olvidar unos cuchillos recios.

Si vamos a sentarnos en el suelo mejor llevar mantas de picnic (estas forradas de platico por un lado) aislando de la humedad o de elementos que nos pueden molestar (piedras, ramas, insectos…)

  • Nevera, la temperatura elevada nos obliga a ser prudentes con los alimentos que llevamos por lo que es conveniente transportarlos en neveras. Mejor una nevera para la bebida y otra para los alimentos.

Para conservar los alimentos en frío es mejor utilizar blocks de platico helados o bolsas de gel ya que el hielo suelta agua y mojaría los alimentos que no estén en recipientes herméticos.

Suficiente hielo para las bebidas de todo el día.

  • Escoger el menú con detenimiento descartando alimentos delicados, de difícil transporte o fácil deterioro. Además de los clásicos filetes empanados podemos decantarnos por…

– Quiches y pasteles salados. Se preparan el día anterior. Y podemos escoger entre verduras, carnes… las posibilidades son enormes.

– Ensaladas variadas, vegetales, legumbres, patatas, arroz…perfectas como primer plato

– Sopas frías, gazpacho, salmorejo, vichisua… que transportaremos en recipientes herméticos y en frío.

– Carnes asadas frías, rosbif, roti…

– Pates y pastas para untar, Patés de berenjena, de queso, de mejillones, de atún o de legumbres (como el hummus)

– Tablas de embutidos y quesos, nos ofrecen gran variedad y sencillez en su transporte y consumo.

– Frutos secos, una selección de ellos serán un acompañamiento perfecto a las ensalada o como “entretenimiento” media mañana o tarde.

¿Preparados para organizar el próximo picnic? ¿Qué otros alimentos incluiríais?

Cuéntanos tu experiencia más divertida, esa en la que no podíais parar de reír, la que casi acaba con la comida por los suelos…

Moussaka griega

Esta deliciosa receta tradicional griega se hace con carne picada de cordero, también podríamos hacerla con carne de ternera pero en este caso cambiaría totalmente el sabor original y perdería intensidad.

La moussaka griega tiene un gran parecido con la lasaña, pero sustituimos las placas de pasta por capas de berenjena y patata en la parte inferior.

Ingredientes:

2 berenjenas.

400 gr de carne picada de cordero o de ternera.

1 cebolla.

1 zanahoria.

3 tomates rojos.

2 patatas.

1/2 vaso de vino.

Tomillo, sal, pimienta, nuez moscada

Queso rallado.

Salsa bechamel (con 25 g de harina, 25 g de mantequilla y medio litro de leche)

Preparación:

La preparación de Moussaka griega es laboriosa porque tiene varios pasos pero ninguno ofrece dificultad.

Cortamos las berenjenas en láminas y las ponemos con un poco de sal sobre un papel absorbente para evitar el sabor amargo.

Mientras reposa la berenjena, pelamos las patatas, cortamos en rodajas y freímos ligeramente, dejamos escurrir.

En el mismo aceite freímos la berenjena (también ligeramente) y reservamos. 

Por otra parte, picamos la cebolla y la zanahoria muy menuda (en brunoise) y  pochamos en una sartén. Cuando se ablanden, añadimos los tomates, pelados y picados. Dejamos que se hagan hasta tener un buen sofrito para la carne (15 minutos).

Freímos ligeramente la carne picada de cordero en una sartén,  añadimos a la salsa de tomate y hortalizas y agregamos el tomillo, la pimienta y el vino, dejando que cueza durante unos diez minutos hasta que no quede rastro de líquido.

Por último, preparamos la salsa bechamel:

Mezclamos la harina con la mantequilla hasta que se dore, incorporamos la leche, removemos hasta que esté bien espesa. Salpimentamos y espolvoreamos nuez moscada y pimienta molida.

Una vez realizados todos estos pasos podemos empezar a montar la Moussaka de carne de cordero:

En una fuente rectangular apta para horno ponemos como base una capa con las rodajas de patatas que hemos frito previamente. Encima pondremos parte de la  berenjena. Cubrimos con la  carne picada de cordero.

Sobre la capa de carne picada ponemos otra capa de láminas de berenjena y volvemos a cubrir con la carne de cordero, aplastamos un poco para que quede bien compacta.  Ponemos una última capa de berenjenas y finalmente cubrimos con bechamel.

 Espolvoreamos con queso rallado y metemos la fuente en el horno durante 20 minutos a 170ºC y gratinamos unos  minutos a 220ºC.

Como habréis visto esta receta tiene varios pasos pero sin dificultad.

¿Conocíais esta receta?  ¿Qué otras recetas con carne picada ya sea de cordero o ternera os gustan? ¡¡Cuéntanoslo!!

Migas

Una de las recetas más tradicionales de nuestra gastronomía y que se consume especialmente en días fríos y lluviosos son las MIGAS Manchegas. En otras zonas de España (Extremadura) también se prepara este plato con pequeñas variantes.

En Castilla-La Mancha, cuenta la tradición, que el origen de este plato surgió cuando una familia, por accidente, dejo una barra de pan fuera de la casa. Con la lluvia el pan se mojó y desmigó. Siendo un alimento muy apreciado en aquella época, decidieron aprovechar el pan poniéndolo en una sartén con aceite y los pocos alimentos que tenían a mano, ajos, tocino, chorizo… ¿Verdad, mentira? Los orígenes de muchas recetas tienen su misterio.

¡Después de la historia vamos a la preparación! ¿Preparados?

Esta es una de esas recetas de pocos y sencillos ingredientes y de aprovechamiento pues utilizamos pan duro de dos días antes y partiendo de unos ingredientes básicos se pueden añadir otros como carnes, verduras e incluso frutas.

Os dejamos la receta más sencilla.

 

Ingredientes:

500 gr de pan duro cortado en trozos.

200 ml. Aceite de oliva Virgen

3 Chorizos frescos

5 lonchas de panceta fresca.

6 dientes de ajo.

1 Pimiento choricero seco

300 gr de uvas (opcional)

Pimentón (opcional)

Preparación:

Extendemos el pan, cortado en finas rebanadas, sobre un paño de cocina. Mojamos con agua con sal. Envolvemos en el paño para que se humedezca uniformemente durante dos horas.

En una sartén con aceite, ponemos el pimiento seco picado, la panceta cortada en cuadrados y el chorizo en rodajas.

Lo salteamos bien y dejamos reposar 15 minutos.

Mientras, en otra sartén, ponemos a freír los dientes de ajo y cuando empiecen a dorarse añadimos el pan, que habremos aplastado  hasta desmigar. Mezclamos y movemos bien para que se vayan dorando.

Agregamos la mezcla de pimiento, panceta y chorizo y freímos  unos minutos más. En este momento podemos añadir una poco de pimentón.

Cuando las vayamos a servir podemos poner unas uvas u otras frutas picadas.

A esta receta básica podemos incluir algunas carnes como magro o un huevo frito.

¿En qué zonas, pueblos o fiestas las habéis comido? ¿Cómo las preparáis vosotros?

Cuéntanos tu experiencia.

Consejos y trucos para congelar y descongelar carne

Cada vez es más frecuente, por falta de tiempo, hacer compras de mayor volumen o adelantar las compras en fechas señaladas (Navidad…) por lo que es necesario congelar los diferentes productos cárnicos o piezas.

La congelación y descongelación bien hechas nos garantiza que los productos mantengan sus cualidades del momento de la comprar.

¿Sabemos cómo congelar la carne? ¿Y cuál es el proceso adecuado de descongelación? Con estos consejos y trucos seguro que lo vais a tener muy claro.

¡¡IMPRESCINDIBLE para congelar que la carne sea FRESCA!! Y a partir de esta premisa…

Si sabemos que no vamos a utilizar la carne en un plazo de 48 horas debemos de congelarla lo antes posible. No se debe esperar, cuando se trate de carne envasada, a la fecha de caducidad, pues el producto se va deteriorando y perdiendo frescura y cualidades (frescura, ternura, jugosidad…)

Es conveniente, cuando vamos a congelar carne, retirar los trozos de grasa visibles, pues se enrancian con gran facilidad.

Es conveniente hacer porciones como máximo de 200 o 250 gramos  y debemos envolver muy bien cada porción en papel film o guardarla en una bolsa de congelación. Así nos aseguraremos que la congelación sea uniforme, que no se pegan unos trozos a otros y podremos descongelar siempre la cantidad justa que necesitamos.

No es aconsejable congelar carne picada a no ser que tengamos la certeza de que está recién picada y sea muy fresca

Si vamos a congelar carne cocinada, imprescindible  esperar a que se enfríe antes de meterla en el congelador.

No se puede volver a congelar carne fresca que ya haya estado congelada. Es decir, si descongelamos carne que luego no utilizamos, no podemos volver a congelar carne cruda.

se puede congelar de nuevo la carne descongelada si ha  sido cocinada a altas temperaturas previamente, pues el calor destruye los gérmenes que causan el deterioro de la carne y podremos congelarla de nuevo sin riesgos.

Si seguimos todos estos pasos ya tendremos la carne lista para congelar una vez, debidamente envasada y anotada la fecha

¿Cuánto tiempo nos “aguanta” congelada”?

Por supuesto, dependerá de la potencia de nuestro congelador (las estrellas nos lo indican) y del tipo de corte.

Las carnes magras, filetes de ternera, carnes de pollo o pavo, etc. aguantan entre 6 y 12 meses dependiendo del congelador.

Las carnes más grasas como las chuletas de cerdo, de 3 a 6 meses.

La carne picada, siempre y cuando estemos seguros de que es muy fresca y está recién picada, entre 2 y 3 meses.

Las carnes muy grasas, como la panceta o las salchichas y chorizos frescos, entre 1 y 2 meses.

¡Vamos a por el último paso!

Descongelar carne correctamente…

La carne, ya sea cruda o cocinada, debe descongelarse lentamente y de forma natural. Para hacerlo pasamos la carne del congelador a la nevera (la noche anterior al día que tengamos previsto utilizarla). Aunque es la forma más lenta de hacerlo es la que mejor conserva los sabores, la textura y cualidades de la carne.

No es recomendable descongelar a temperatura ambiente y, menos aún, en días calurosos o poniendo la carne congelada cerca del radiador.

Debido a que la carne descongelada se deteriora más rápidamente que la fresca, debe cocinarse inmediatamente una vez descongelada.

Cuando vayamos a descongelar carne que esté cocinada y congelada con su salsa, podremos descongelar más rápidamente utilizando el programa de descongelación del microondas o en un cazo a fuego lento, pero solo haremos esto en el momento de consumir.

Por supuesto estas mismas pautas os servirán para otros alimentos. Si después de leer todas estas indicaciones aún tienes dudas, en Carnes Morán estamos encantados de resolverlas.

11 especias imprescindibles  en tu cocina

Las especias son un complemento imprescindible en nuestra cocina. Sirven para dar aroma y color a nuestros platos. Gracias a las especias conseguimos salsas y platos “redondos”.

El número de especias es amplísimo y a no ser que seáis grandes cocineros con una magnifica despensa sería imposible tenerlas todas. Vamos a empezar por las 11 especias básicas y a partir de ahí podemos ir ampliando según nuestros gustos.

 Pimienta

Es una de las especias más usadas en la gastronomía de todo el mundo. Es mejor utilizarla  en granos o bayas y rallarla en el momento de su utilización. Si son de color negro es que aún no han madurado y, si son de color blanco, es porque han pasado por este proceso natural. Esta especia  aporta un sabor picante a los platos, especialmente para las legumbres, la carne, los guisos, la pasta y el pescado.

Nuez moscada

Esta especia se puede conseguir en polvo  o la nuez directamente (que se muele con un rallador especial). Es muy aromática y se emplea en muchas recetas que tengan leche o mantequilla, como puede ser una crema (sobre todo la bechamel) o un puré de patatas. Se aconseja emplear la nuez moscada al finalizar la cocción y justo antes de servir.

Curry

En realidad, es una mezcla de especias de la India. En este país se la conoce como “Massala” y es un ingrediente imprescindible en todos sus platos de pollo, carne, vegetales y pescado. Algunas de las especias incluidas son: la cúrcuma, el comino, el cardamomo y la canela, por lo tanto, el sabor es agridulce. Existen diferentes mezclas, como Madrás, Tikka y Korma, también perfectas para añadir un toque picante y aromático a tus comidas

 

Pimentón

Otro nombre que recibe esta especia es paprika y llama la atención por su color rojizo fuerte, además de su gusto algo dulzón. El pimentón proviene del pimiento seco triturado y el más apreciado del mundo se realiza en Extremadura (pimentón de la Vera).

Se puede encontrar pimentón dulce o picante y es uno de los ingredientes principales del pulpo a la gallega, los escabeches, las conservas y los adobos (especialmente de productos cárnicos). También se puede emplear para elaborar carnes, arroces, embutidos y verduras rehogadas.

 Canela

La canela se puede utilizar molida, en polvo o en rama. En este último caso se cuece unos minutos.

La canela es una especia asociada a recetas dulces… arroz con leche, leche fruta, pasteles, cremas…pero también se puede utilizar en platos de carne y pollo consiguiendo un aroma muy especial.

Comino

Especia típica de los países del Mediterráneo, especialmente  en las recetas de origen árabe e indio. Lo podemos utilizar  en granos muy pequeños, o molido. Se emplea para condimentar salsas, cremas, quesos, carnes, los típicos hummus (pasta de garbanzos con aceite de oliva y sésamo), babaganush o mutabal (berenjenas, zumo de limón y aceite de oliva) y cuscús (con perejil y otras hierbas). El sabor es intenso por lo que se recomienda utilizar muy poca cantidad.

Clavo de olor

O también conocido como “clavo” a secas. Es una especia aromática y potente, con poderes antisépticos. Por ello es que en la medicina tradicional se emplea para desinfectar heridas, por ejemplo. El clavo de olor es un excelente repelente de insectos (sobre todo, mosquitos). Puedes pinchar dos o tres en una naranja y obtener un ambientador casero para el hogar. En lo que se refiere a la gastronomía, se usa para aromatizar guisos, carnes, verduras y postres. Puedes también conseguirlo molido.

Cardamomo

Es una especia con un aroma intenso y algo picante. Proviene de una baya verde con semillas negras. Estas son las semillas de cardamomo que se muelen y se utilizan. Se utiliza tanto en recetas dulces como saladas, en tés y cafés (café árabe)

Cúrcuma

Especia procedente del sudeste asiático, se utiliza sobre todo en la cocina India e Iraní, como colorante. Es ingrediente habitual de muchos currys dando un color anaranjado intenso, aunque se usa también para dar color a bebidas o a platos de repostería.  Da mucho color pero poco sabor por lo que es muy versátil.

Jengibre

Cuando está rallado o en polvo puede ser considerado una especia. Es originario de la cocina asiática y forma parte de la gran mayoría de los platos de China, Tailandia, India, Vietnam y Japón. Puedes también comprarlo fresco en forma de raíz. Está presente en el sushi, en los guisos, las sopas y los pescados cocidos. Le aporta un ligero toque picante y refrescante.

Para el final hemos dejado de rey de nuestra gastronomía,  el azafrán es una especie derivada de los tres estigmas secos de la flor de Crocus sativus.

El azafrán se caracteriza por su sabor amargo y su aroma tan especial.

Además de estas diez especias hay muchas más un mundo de colores, aromas y sabores para descubrir y experimentar.

¿Cuáles son vuestras preferidas? ¿En platos de carne cual utilizáis con más frecuencia?

Caldo casero perfecto

¡Cuando llega el frío nada más reconfortante que un buen caldo casero!

Un buen caldo, no solo nos sirve  para calentarnos en momentos de destemple sino que es base (fondos) de numerosos platos en cualquier época del  año. Nos viene a la memoria las ollas cociendo durante horas y el olor que envolvía los hogares invitando a reunirnos alrededor de la mesa.

Podemos hacer caldos con verduras, legumbres, carnes, pescados…

Hacer un caldo” consiste en cocer diferentes alimentos en abundante agua hasta traspasar los sabores y nutrientes de los alimentos sólidos al líquido siguiendo estos pasos:

  • Utilizaremos agua fría.
  • Intensidad del calor media/baja que permite una cocción lenta.
  • Tiempos largos de cocción, especialmente con verduras, legumbres y carnes (4/5 horas). En el caso de pescado el tiempo será más breve (20/30 minutos).
  • Al principio de la cocción imprescindible espumar para quitar las impurezas.
  • Al final de la cocción hay que desgrasar el caldo una vez enfriado.

Después de ver los pasos básicos vamos a hacer un repaso de los diferentes ingredientes. Un buen caldo tiene siempre una base vegetal (cebolla, zanahoria, puerro, apio…) y según el caldo que queremos hacer añadiremos otros ingredientes: legumbres, pollo, carne, pescado, mariscos…

Es imprescindible encontrar un equilibrio entre los ingredientes para evitar sabores intensos (exceso de apio, cebolla…) que desvirtúen el  resultado del caldo. Algunas verduras  no son adecuadas: col, coles de Bruselas, coliflor.

Como guía, será suficiente con 50/100 gr de cada verdura escogida por kilo de carne o pescado.

La elección de carnes será básica para un caldo perfecto. Escogeremos entre morcillo, falda, osobuco, carnes gelatinosas y de gran sabor. Las piezas no deben de ser inferiores a 250 gr.

Lo mismo ocurre con los huesos (rodilla de ternera, de caña,  de jamón y  de espinazo de cerdo), un hueso rancio dará al traste con nuestro caldo.

Si vamos a preparar un caldo de pescado/marisco, utilizaremos espinas y cabezas de pescados como rape o pescadilla (evitaremos los pescados azules), cabezas de gambas y cascaras de marisco. Para este tipo de caldo la cocción será más corta, entre 20/30 minutos. Un exceso de cocción puede dar un toque amargo al caldo.

¿Cantidad de agua? A esta pregunta se suele contestar “abundante agua” pero… ¿qué quiere decir esto?  Como referencia  diremos que una vez puestos los ingredientes el agua debe cubrirlos y sobrepasar  tres dedos. Se puede añadir agua durante la cocción si se reduce mucho.

Con todos estos consejos estamos listos para preparar un exquisito y aromático caldo.

¿Cuál es vuestro caldo preferido? ¿Caldo de verduras, carne, pollo, pescado? Si habéis contestado caldo de pollo o carne en nuestros establecimientos encontraras  preparados para caldo/cocido.

Calabaza rellena de carne picada, setas y arroz

En esta época del año las fruterías y supermercados se llenan de calabazas por aquello de la celebración de Halloween. Celebraciones aparte, la calabaza es un alimento muy completo, compuesta principalmente por agua, baja en hidratos de carbono y grasas  además de una importante fuente de fibra.

La calabaza pertenece a la familia de las cucurbitáceas y su planta es la calabacera. Las calabazas de verano son más carnosa y las de invierno más dulces y secas.

Podemos hacer multitud de recetas ya sean saladas o dulces (cabello de Ángel).

Podéis aprovechar estos días en que se venden las calabazas decoradas para animar a vuestros hijos a colaborar en la realización de alguna receta y de esta manera introducir la calabaza en sus dietas.

La receta de hoy tiene todos los ingredientes para gustar a grandes y pequeños ya que los podemos variar según los comensales siendo el ingrediente estrella la carne picada de ternera.

Si preparáis esta receta para niños os recomendamos suprimir las setas manteniendo la carne picada y el arroz.

Ingredientes:

  • Calabazas. Podemos utilizar una calabaza grande (para todos) los comensales o buscar calabazas pequeñas como platos individuales.
  • 1 cebolla pequeña.
  • ½ pimiento verde y ½ pimiento rojo.
  • 400 gr de carne picada de ternera.
  • 150 gr de arroz.
  • 150 gr de setas variadas (al gusto)
  • 250 ml de caldo de pollo.
  • 200 gr de queso rallado.

Preparación:

Cortamos la parte superior de las calabazas y las vaciamos. Lavamos bien y dejamos reposar boca abajo.

Cortamos la “carne” de la calabaza en cuadraditos.

Pelamos la cebolla y lavamos los pimientos y cortamos todos en cuadraditos.

Cocemos el arroz en agua con sal unos 15 minutos necesitamos que quede un poco duro

En una sartén con un poco de aceite salteamos la cebolla y los pimientos 2 minutos, añadimos la calabaza. Salpimentamos. Dejamos hacer 10 minutos.

Mientras en otra sartén salteamos la carne picada hasta que se dore. Juntamos con las verduras y añadimos el caldo. Dejamos cocer a fuego medio/fuerte

Pasados 10 minutos comprobamos el punto de sal (el caldo se supone que ya tiene sal)

Limpiamos las setas (si son grandes las troceamos)

Mezclamos el arroz, las verduras con la carne picada y las setas.

El caldo se tiene que haber evaporado.

Rellenamos las calabazas e introducimos en el horno a 180ºC durante 15 minutos.

Ponemos el queso rallado y gratinamos.

Mmmmm!!!

¡¡Listo para disfrutar de los aromas del otoño!!

Si queréis dar un toque lúdico al plato, los niños pueden decorar las calabazas con forma de caras.

¿Tomáis frecuentemente calabaza? ¿Cuál es vuestro plato preferido? Ya sabéis que estaremos encantados si compartir con nosotros vuestras recetas e ideas preferidas.

Costillar de ternera Asado a Baja Temperatura

Después de la publicación “Cocina a baja temperatura” llega el momento de pasar a la acción, poniendo en práctica lo aprendido, con esta deliciosa y sencilla receta ¡para todos los públicos!.

Aunque no tengamos los electrodomésticos específicos para cocinar a baja temperatura, nos preparamos a cocinar un costillar de ternera en un horno convencional que cualquiera puede tener en casa.

Ingredientes:

Guarnición:

  • 1 Pimiento Verde
  • 1 Pimiento Rojo
  • 1 Cebolla Morada
  • 1 Calabacín
  • 8 Patatas baby
  • Sal y Aceite de Oliva Virgen

Preparación:

Limpiamos y secamos bien el costillar con papel de cocina de cualquier resto de humedad. Con un rollo de film envolvemos la pieza con dos o tres capas presionando bien para evitar que queden burbujas de aire.

Después, envolvemos también con papel aluminio e introducimos en el horno a una temperatura de 80ºC durante 13 horas (Os recomendamos dejarlo hacer durante la noche)

Pasadas las 13 horas, sacamos el costillar del horno y si no vamos a consumir en el momento, dejamos la pieza envuelta en el film hasta su consumo.
Llegado el momento, retiramos el film y volvemos a poner en el horno (previamente calentado a 250ºC), regamos con un chorrito de Aceite de Oliva Extra Virgen y con el jugo obtenido en la cocción, durante 15 minutos.
Mientras tenemos en el horno nuestro costillar preparamos la guarnición.
Cortamos las verduras en juliana fina y las salteamos durante 5 minutos.
Las patatas baby las cocemos en abundante agua con sal durante 15/20 minutos.

¡Ya está todo listo para disfrutar de una carne blanda que se desprende de las costillas con gran facilidad!

¿Que os ha parecido la receta del costillar de ternera a baja temperatura? ¿Os animáis a probarla? ¿Cual sería vuestra guarnición preferida? ¿Como soléis preparar el costillar de ternera?

Ya sabéis que para esta y todas las recetas, la mejor calidad y variedad de productos los encontraras en  nuestros establecimientos y también en la tienda Online .

Barbacoa a pleno rendimiento

Algo que parece tan actual y moderno realmente viene de antiguo, desde que el hombre, una vez descubierto el fuego, sintió la necesidad de asar sus alimentos especialmente la carne.

Existen textos en los que se describe que los primeros indígenas con los que tuvo contacto Cristóbal Colón, en la isla de La Española, utilizaban madera verde para cocer la carne de una manera más lenta, sin exponerse directamente al fuego.

Sin necesidad de retroceder tanto en el tiempo y basándonos en tradiciones más actuales os dejamos unos consejos sencillos y claros que os permitirán, si los unís a productos de calidad, triunfar en vuestra próxima barbacoa:

– Imprescindible sacar la carne de la nevera 2 horas antes.
– No empezar a cocinar hasta que el carbón y la leña (mejor de encina) se hagan brasas y estén sin llama.

– Si añadimos un puñado de sal gorda a las brasas, habrá menos humos y se consumirán más lentamente.  Si ponemos unas ramitas de plantas aromáticas: tomillo, romero… le daremos un toque especial a la carne.

– Si la barbacoa tiene la rejilla fija, un truco consiste en acumular las brasas en tres alturas progresivas, dejando así una zona lateral con menos brasas (menos calor) donde iremos colocando las piezas que deseemos conservar calientes y que no se cocinen en exceso.  Si pasamos  los alimentos de la zona de más calor a la de menos conseguiremos un asado más uniforme, evitando que se queden crudos o se quemen por un calor excesivo.

– El orden también es importante. Primero, cuando el calor es más intenso, colocaremos sobre las brasas las piezas más pequeñas, que necesiten menos cocinado, como salchichas, chorizos, hamburguesas y cortes pequeños de carnes, chuletitas de cordero. Cuando el calor disminuya es el momento de asar el resto de piezas, como entrecots, chuletón, costillas y carne con hueso en general. Estas piezas se asan mejor a temperaturas más bajas y lentamente.

– No pinchar los alimentos para que no pierdan sus jugos

– Siempre se salará al final utilizando sal gorda o en escamas

La materia prima es fundamental, por ello es mejor acudir a nuestro carnicero de confianza que nos asesorará sobre los productos, los cortes y las piezas más adecuadas.

Como expertos en carne de  vacuno, en “Carnes Morán” os recomendamos, tira de costilla o churrasco de ternera (corresponde con el corte argentino que se llama “asado de tira”). Las piezas más valoradas son el solomillo, el chuletón y el entrecot. Últimamente, también ganan adeptos  cortes típicos argentinos como la entraña y el vacío, más baratos que los anteriores y también muy tiernos y jugosos.

La carne de cerdo es la reina de la barbacoa si tenemos un presupuesto ajustado. Desde “Carnes Morán”  os recomendamos,  el costillar y la panceta de cerdo blanco, el secreto y la presa de cerdo Ibérico. Evitaremos los cortes menos grasos como el solomillo y el lomo.

Por supuesto, chorizos criollos blancos y chorizos frescos, morcillas, salchichas frescas y chistorra son imprescindibles en cualquier barbacoa que se precie.

Si nos decidimos por la carne de cordero las chuletas ya sean del costillar como las de pierna son perfectas.  Si el tipo de barbacoa nos lo permite se puede asar el cordero por medios o entero en “espeto”  (un palo de da vueltas sobre el fuego)

Si queréis incluir carne de pollo, los cuartos traseros son los más adecuados junto con las alitas.

En “Carnes Morán” encontraras asesoramiento, variedad y calidad. Estaremos encantados de informarte de las piezas y cortes más adecuados

¡No os olvidéis de las brochetas y pinchos variados!

Y…como no solo de carne vive el hombre, también os damos algunas recomendaciones sobre pescados y mariscos:

Para barbacoas con el pescado como protagonista es mejor utilizar una parrilla doble que permite darle la vuelta evitando que se rompa.

Las sardinas son las reinas de la barbacoa de pescado  pero también podemos asar lubinas, bonito, salmón, truchas y brochetas de pescado y marisco.

Si nos decantamos por los mariscos, los más sabrosos son las gambas, los langostinos, la langosta y las cigalas. Es recomendable colocarlas  directamente en la parrilla con un toque de aceite de oliva y  jugo de limón con una pequeña cantidad de sal gorda. En unos pocos minutos tendremos una estupenda mariscada.

Y por supuesto el complemento perfecto, además de las ensaladas, serían unas verduras a la brasa.

Se puede dejar un lado de la parrilla libre para ir asando las diferentes verduras. La berenjena y el calabacín podemos cortarlos a lo largo (por el medio) y pincelarlos con aceite. Los tomates se pueden asar enteros o cortados a la mitad. Los pimientos rojos o verdes se pondrán en la parrilla enteros. Para el final dejaremos verduras como las endivias y espárragos pues necesitan muy poco tiempo de asado.

Estamos convencidos de que, con estas recomendaciones y los excelentes productos de “Carnes Morán” estáis más que preparados para disfrutar de una estupenda barbacoa.

Como buenos catacaldos, seguro que ya os habéis estrenado en esta actividad. ¿Cuál ha sido vuestra barbacoa más divertida? ¿Cuál, la que salió todo al revés?  ¿Esa en la que, o se asaba todo en exceso o se quedaba crudo?…no dejéis de compartir con nosotros vuestras experiencias.

¿Al mar o a la montaña?

Pero, ¿a dónde nos vamos? ¿al mar o a la montaña? ¡Qué difícil elección! Todo dependerá de tus gustos, circunstancias y preferencias. Aunque…¿por qué escoger, cuando se puede tener todo?

Cuando hablamos de mar y montaña en gastronomía podemos tenerlo todo: productos del mar, del campo y de la huerta ¡en un mismo plato!

Si exploramos un poco en sus orígenes descubriremos que, tienen un punto en común: los países del Mediterráneo y por supuesto la dieta Mediterránea, donde la pesca y la caza se alían como medio de subsistencia.

En épocas de escasez se recogían moluscos y peces en el mar, se cazaban conejos y en muchas granjas eran afortunados por criar cerdos. Se unían todos estos ingredientes junto con verduras de las huertas y cereales como el arroz consiguiendo platos muy completos. ¡Esto es una demostración de que el ingenio se agudiza en momentos de dificultad!

Como resultado de la necesidad, surgió una gran tradición de mezclar ingredientes del mar y la montaña que ha llegado hasta nuestros días en forma de deliciosos arroces de pollo o conejo con diferentes crustáceos y verduras.

“Arroz meloso con pollo y marisco”

Es en Cataluña donde este tipo de platos populares ha alcanzado su máximo exponente.

Las combinaciones más frecuentes son carnes (pollo o conejo) con crustáceos y cefalópodos (langosta, gamba, sepia, calamar…) Se cuecen a fuego lento y en cazuela de barro consiguiendo una salsa para “mojar pan” mientras disfrutamos de…

Albóndigas con sepia, pollo con cigalas y butifarra, pato con langostinos, pollo con gambas….

En las recetas de mar y montaña todos los ingredientes tienen su importancia. Una correcta combinación de los productos nos dará un equilibrio de sabores y con un buen sofrito y majada conseguiremos una excelente salsa.

Os facilitamos un par de trucos básicos para que consigáis una salsa de “rechupete”:

– El secreto está en cocinar a fuego lento, dorando lentamente los ajos picados, el pan desmenuzado, las almendras y los piñones, también picados. Retiramos y en el mismo aceite se pocha la cebolla, cuando se ablande se añade el tomate y chup, chup….lentamente 20 minutos. En un mortero se maja la mezcla de piñones, almendras, pan y ajos, antes de incorpóralos a la salsa. Esta mezcla es la que dará consistencia y espesor.

– Y por supuesto, no debemos olvidar que a la hora de añadir vino a la preparación “no todo vale”. El aroma impregna la preparación. Así que para estas recetas de sabores intensos nada mejor que un buen coñac. Por favor, hemos dicho…¡¡BUEN COÑAC!!

Ya sabemos que sólo estos sencillos trucos no son suficientes para que os pongáis el delantal y plenos de ilusión os lancéis a cocinar, así que ¡¡estad atentos al viernes!! No os dejamos solos, llegaremos con una receta de mar y montaña, sencilla y detallada para que triunféis y disfrutéis.

¡¡Qué afortunados somos todos “LOS CATACALDOS”, no tenemos que escoger, lo tenemos todo en un solo plato!!

Recordad que nos encanta conocer vuestra opinión y sugerencias así que no os cortéis y contadnos que os parecen las mezclas mar y montaña.

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