ternera

Alto Douro

Trás-os-Montes e Alto Douro es una región histórica portuguesa situada en el noreste del país, fronteriza con las comunidades autónomas españolas de Galicia y Castilla y León.

Es una región formada por valles, montañas, bosques, prados y atravesada por el Rio Duero tiene una extensión de más de 26 mil hectáreas, clasificada por la Unesco, el 14 de diciembre de 2001, como Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de paisaje cultural.

Esta zona “Patrimonio de la Humanidad” conserva sus tradiciones, sus quintas señoriales y pueblos medievales, así como la agricultura y ganadería propia de la zona desde tiempos inmemoriables.

Alto Douro es tierra eminentemente ganadera y vinícola como consecuencia de su clima y terreno.

Se produce vino hace más de 2000 años, entre los cuales está el mundialmente célebre vino de Oporto.

En cuanto a la ganadería las razas autóctonas como la raza Mirandesa y Arouquesa (entre otras), perfectamente adaptadas a los terrenos accidentados y al clima de montaña viven en un entorno natural pasando del pastoreo estival en la montaña al pastoreo primaveral y otoñal en los verdes prados de los valles.

Esta crianza tradicional en un entorno privilegiado y el hecho de que se alimenten de forma natural, la mayoría del año, dan como resultado una carne de excelente calidad, tierna y de gran sabor

Una alimentación natural implica que las reses estén en continuo movimiento, pasando de los valles a los prados de las laderas y ascendiendo a las montañas. Esta actividad física hace que la carne vaya generando, no solo, grasa de cobertura (grasa que produce la musculatura del animal en su crecimiento y que es el reflejo claro de lo natural que ha sido su alimentación) sino también la grasa infiltrada (distribución de grasa entre las fibras musculares del vacuno) que da como resultado una carne más jugosa y que permite su maduración tanto en seco como en húmedo, factor que hace que la carne pueda romper naturalmente sus tejidos conjuntivos por añejamiento.

En nuestros establecimientos podrás adquirir carne “Alto Douro”

Todos los trucos para un caldo casero perfecto

Cuando bajan las temperaturas nada mejor que un buen caldo casero para calentarnos y entonarnos

Los caldos caseros podemos hacerlos de muy diferentes ingredientes: pescados, mariscos, verduras, pollo, carnes, con legumbres…

En esta ocasión nos vamos a centrar en el caldo casero de pollo y carne.

Se puede pensar que hacer un caldo es sencillo, basta con poner a hervir diferentes ingredientes y…¡ya está! En parte es cierto, pero necesitamos seguir unos pasos para conseguir que nuestro caldo casero sea perfecto.

Debemos poner los alimentos sólidos seleccionados en agua fría y que cuezan a fuego lento durante un tiempo prolongado para que poco a poco los sabores, aromas y nutrientes pasen al caldo.

Ingredientes:

Siempre pondremos una base vegetal (Zanahoria, cebolla, puerro, apio, tomate…) al gusto y variando según el tipo de caldo que queramos preparar. La cantidad aproximada será de 100 gr de cada verdura.

En este caso al ser un caldo de carne y pollo añadiremos, además, huesos, punta de jamón, carne pollo, ternera… Las mejores carnes serán morcillo y falda.

También podemos utilizar hierbas para potenciar el sabor del caldo (perejil, laurel, tomillo, clavos de olor…)

Tiempo de cocción:

Un exceso de cocción puede estropear el resultado de nuestro caldo. A título orientativo recomendamos 20 minutos para los caldos de pescado, una hora de cocción para los caldos de verduras y cuatro horas para los de carne y pollo.

Un caldo perfecto es aquel en el que no quedan las impurezas que sueltan los diferentes ingredientes durante la cocción. Cuando empiece a cocer bajamos el fuego, esperamos a que las impurezas suban a la superficie y las retiramos con una espumadera.

Durante la cocción se desprende la grasa de los ingredientes. Es muy importante retirar la grasa para que nuestro caldo sea perfecto.

La mejor forma de retirar la grasa es cuando el caldo está frío pues la grasa sube a la superficie y se solidifica.

Si fuera necesario añadir sal se hará al final de la cocción.

Siguiendo estas sencillas recomendaciones podemos conseguir un caldo perfecto. Esperamos que os animéis a prepararlo y nos contéis el resultado.

Guiso de ternera estofada

Los guisos son platos perfectos para cualquier época del año pero es en invierno cuando los disfrutamos más.

Se cuece a fuego lento y su aroma nos anticipa el disfrute que nos espera…un estofado sabroso y tierno.

Los guisos permiten variar los ingredientes disfrutando de diferentes preparaciones.

En esta ocasión preparamos la receta básica y más sencilla

Ingredientes:

1,5 kg. de carne de ternera  (aguja)

250 gr. zanahorias

1 cebolla grande

4 dientes de ajo

200 ml. vino blanco

Sal y pimienta negra recién molida (al gusto) y tomillo

Aceite de oliva virgen extra.

Se puede añadir patatas, guisantes o champiñones sin ningún problema. Si hacemos cantidad para congelar no conviene poner patata.

Preparación:

En una cazuela con chorro de aceite de oliva salteamos la carne (cortada en cuadrados y limpia de grasa) hasta que este sellada y dorada. Añadimos los dientes de ajo, la cebolla cortada fina y la zanahoria en rodajas. Espolvoreamos el tomillo y salpimentamos. Movemos frecuentemente para que se sofrían las verduras y la carne toda por igual.

Pasados 15 minutos añadimos el vino, dejamos a fuego fuerte un par de minutos. Cubrimos con agua y cuando empiece a hervir tapamos la cazuela y cocemos a fuego lento aproximadamente una hora y media. Comprobamos el punto de ternura de la carne por si hubiera que dejarlo cocer un poco más.

Si no hemos añadido patatas, podemos acompañar el guiso con patatas fritas o arroz cocido.

¿Cómo te gustan los guisos? ¿Cómo los preparas? ¿Qué ingredientes añades?

¡¡Cuéntanoslo!!

Cocido madrileño

El cocido madrileño es una de las más antiguas tradiciones gastronómicas que podemos encontrar.

El cocido madrileño se sirve tradicionalmente en tres vuelcos, que se presentan en la mesa en un orden concreto:

La sopa del cocido, con fideos finos.

Los garbanzos, las patatas y las verduras.

Las carnes.

Hay una selección de productos básicos que se tienen que utilizar en la preparación del cocido pero se pueden producir variaciones según el cocinero

Se puede jugar con la variedad de las carnes. Hay quién añade costillas de cerdo o codillo. En realidad las combinaciones son casi infinitas.

¡Aquí os dejamos nuestra propuesta!

Ingredientes:

300 gramos de garbanzos.

3 zanahorias

4 patatas medianas

1 repollo

½ Kg de morcillo

Falda (opcional)

3 huesos de caña de vaca

Dos muslos y contramuslos de gallina o pollo de corral.

Un chorizo para cocido, tipo cantimpalo. No usar chorizos muy especiados

Dos puntas y/o huesos de jamón serrano.

Un trozo de tocino fresco y un trozo de tocino blanco (unos 200 gramos).

Fideos finos (cabellín)

Sal.

Preparación:

Por la noche ponemos  los garbanzos a remojo en agua templada con una cucharada sopera de sal.

En una olla grande, colocamos la carne, los huesos de jamón y de caña y el tocino.

Ponemos al fuego. Cuando empieza a hervir espumamos (retiramos la espuma que se haya formado).

Añadimos los garbanzos escurridos de su agua (se pueden meter dentro de una red especial). Cuando rompe el hervor se baja el fuego para que, sin dejar de cocer, el cocido se haga lentamente.

Una hora después, se añadimos la gallina y el chorizo. Se retira la espuma que haya vuelto a salir y se tapa otra vez. El cocido deberá cocer unas cuatro horas.

A mitad de la cocción (cuando han pasado unas dos horas desde que echamos los garbanzos) Desgrasamos la superficie y añadimos la sal, las zanahorias, peladas y partidas por la mitad a lo largo y las patatas peladas, lavadas pero enteras.

Cocemos el repollo picado y lavado hasta que esté tierno. Rehogamos en aceite  con 3 dientes de ajos.

Si se quiere añadir morcilla se cuece aparte,  se corta en rodajas y se fríe aparte, según más guste.

Terminado de cocer el cocido, se separa el caldo necesario para la sopa. Dejamos los ingredientes cubiertos del caldo sobrante para que no se enfríen ni se sequen.

 Cocemos los fideos unos diez minutos o lo que indique el fabricante.

Servimos primero la sopa (primer vuelco)

Después los garbanzos, las verduras y patatas (segundo vuelco)

Por último, (tercer vuelco) las carnes, la gallina o pollo,  chorizo, tocino y morcilla (si se ha escogido)

Hay quién acompaña los garbanzos con una salsa de tomate casero o quien adereza con aceite y vinagre.

Aunque no es habitual en todas las casas, la bola o relleno es un elemento clásico del cocido. Consiste en preparar una especie de tortilla con pan, huevo, ajo y perejil, que se echa en el cocido (lo que hace que se empape del caldo).

¿Preparados para disfrutar del cocido? ¿Cómo lo preparas tú? ¿Qué ingredientes añades a los que hemos indicado nosotros? ¡Cuéntanoslo!

Cocido, plato típico de nuestra gastronomía

Si hay un plato típico español ese es el cocido, de gran tradición en nuestra gastronomía. Preparado a fuego lento durante horas para que todos los ingredientes dejen su sabor y sustancia en el caldo.

Aunque se sabe que los orígenes están en los primeros siglos de nuestra Era, es en el siglo de Oro Español (XVI-XVII) cuando grandes escritores como Cervantes, Quevedo… describían en sus escritos la “Olla Podrida”,  nombre que recibía porque se utilizaba ingredientes que se tenían en la despensa y se echaban a la olla antes de que se pudrieran.

Fue el plato español por excelencia y que se comía a diario tanto en hogares pudientes como modestos. Los ingredientes eran garbanzos, verduras de temporada, tocino y cuando era posible carnes variadas.

Esta olla fue modificándose, con el paso del tiempo, dando paso, en el siglo XIX a nuestro cocido contemporáneo con garbanzos, verduras, patata, tocino, carne de vaca y ave, huesos,  jamón y embutidos (chorizo, morcillo…)

Para los que no lo sepan, el cocido es una rica comida española que cuenta con variantes regionales pero que, básicamente, consiste en una guiso hecho en una olla en la que se cuecen carnes, embutidos, verduras, tubérculos y, sobre todo, legumbres.

El cocido es un plato extendido por todo el territorio español con diferentes variantes según la zona. Los cocidos se adaptan a los productos locales.

¡Vamos a ver diferentes tipos de cocidos!

Cocido Madrileño:

Como su nombre indica típico de Madrid aunque también se prepara en otras zonas.

Este cocido consta de, lo que se llama, tres vuelcos (o platos): Sopa con fideos cabellin, garbanzos, patata, verduras (repollo, zanahoria y nabo) y carnes variadas: ternera, ave, huesos, punta de jamón, chorizo y tocino de cerdo.

Cocido Maragato:

Típico de León, recibe su nombre porque sus orígenes se sitúan en la comarca de la Maragateria.

Se caracteriza porque se come al revés que el cocido madrileño. Tiene también tres vuelcos pero en sentido inverso. Primero se consumen las carnes y en último lugar la sopa.

Cuenta la historia y leyendas locales que este cambio se produjo en la guerra contra los franceses. Los soldados españoles empezaron a comer primero las carnes por si les asaltaban y tenían que dejar de comer que se perdiera la sopa y no la carne del cocido.

Pote  gallego:

Cocido típico de Galicia. Este cocido se prepara con patatas, garbanzos, verduras (grelos), algo de carne de ternera y gallina pero sobre todo lleva carne de cerdo (morro, orejas, espinazo, rabo, tocino, chorizo…)

Una variante de este cocido es el Cocido de Lalín, plato típico de la localidad Pontevedresa capital de la comarca de Deza.

Cocido Lebaniego:

Es autóctono de Cantabria, del valle de Liébana.

Se utilizan unos pequeños garbanzos típicos de la zona (Potes) acompañados de verduras y del “compango” (carnes ahumadas, chorizo,  morcilla, tocino…)

Cocido montañés:

Cocido también es típico de la zona de Cantabria y otras comarcas limítrofes.

Se caracteriza porque se prepara con alubias blancas, berzas y compango (carnes…)

 

Escudella i carn d´olla:

Cocido catalán que consta de garbanzos, verduras, carnes de vacuno y cerdo, huesos, butifarras (negras, blancas y rojas),  de la  típica pilota (albóndiga alargada de carne picada con huevo y pan rallado que se corta en rodajas para servir a cada comensal).

Cocido extremeño:

De la zona de Extremadura, se prepara con garbanzos, hueso de jamón, verduras, carnes, espinazo, morcilla patatera, chorizo…

Existen otros cocidos como el cocido murciano, el puchero andaluz… pero hoy nos quedamos aquí.

¿Cuál es tu cocido preferido? ¿Dónde comiste ese cocido inolvidable que sigues recordando a pesar del paso de los años? ¡Cuéntanoslo!

Solomillo con setas

Ya sabéis que el solomillo es una de nuestras piezas de carne preferidas. Además de su ternura y sabor nos ofrece muchas posibilidades a la hora de acompañar con diferentes salsas.

Esta semana nos hemos decidido por las setas ya que estamos en plena temporada.

¡¡Nos ponemos el delantal y empezamos!!

Ingredientes:

4  solomillos de ternera.

1 cebolla

100 gr de boletus

100 gr de níscalos

100 gr de setas silvestres

100 ml de brandy

100 ml de nata

Aceite de oliva, Sal, Tomillo

4 lonchas de jamón o beicon cortadas muy finas.

Preparación:

Para hacer las lonchas de jamón o beicon crujientes: Precalentamos el horno a 180ºC. En una bandeja de horno ponemos papel parafinado o de horno, las lonchas de jamón o beicon  y otra hoja de papel. Hacemos unos 20 minutos, sacamos y dejamos enfriar.

Se puede hacer en el microondas durante unos dos minutos.

Cortamos la cebolla en juliana y la pochamos con una cucharada de aceite hasta que se ablande.

Mientras, limpiamos bien las setas, las secamos y las más grandes las cortamos para que sean todas las setas más o menos del mismo tamaño.

Añadimos las setas a la sartén, salpimentamos, espolvoreamos un poco de tomillo y regamos con el brandy. Hacemos a fuego fuerte un par de minutos. Bajamos la intensidad del fuego y añadimos la nata.

Dejamos cocer a fuego lento 5 minutos.

Mientras, preparamos los medallones de solomillo a nuestro gusto Podemos seguir los mismos consejos que dimos para preparar el “entrecot perfecto”

Regamos con la salsa y servimos inmediatamente.

Decoramos con las lonchas crujientes de jamón o beicon.

¿Cuáles son vuestras setas preferidas? ¿Cómo las preparáis? ¿Con que carne os gustan más?

Redondo

Carne de vacuno: Categoria Primera

Seguimos conociendo la carne de vacuno!

En anteriores posts, vimos la clasificación de la carne de vacuno y los cortes de carne de vacuno “Categoría Extra”, hoy vamos a profundizar un poco más conociendo los cortes y piezas del vacuno ya sea ternera, añojo, novillo, vacuno mayor…Categoría Primera A y Categoría Primera B.

Cortes carne de vacuno 1ª

Como ya indicamos en nuestra publicación anterior, las categorías comerciales están determinadas por el corte, contenido en grasa, tejido conjuntivo… cada categoría es apropiada para un tipo de preparación o cocción.

Categoría Primera A

Babilla: Tiene forma ovoide. Es un corte muy jugoso cuanto más próximo a la cadera se encuentre, de esta parte se obtienen buenos medallones y filetes. La parte más cercana a la rodilla es más dura y se utiliza para guisar.

Cadera: Es la parte más alta de la pierna trasera que se divide en rabillo, cantero y corazón. Es un corte jugoso, tierno y con poca grasa, perfecto para hacer filetes a la plancha. Son tiernos si están bien cortados (en perpendicular a la fibra).

Contra: Es una pieza grande y con poca grasa por lo que puede algo seca y dura. Aunque se pueden hacer filetes es una pieza perfecta para asar o guisar.

Redondo: Su forma es la que le da el nombre. Es una carne tierna, con pocos nervios y poca grasa. Perfecta para asados, guisos, mechados y elaboración de productos con carne picada.

Tapa: Como su nombre indica, tapa todos los cortes de la pierna, también muy apreciada para hacer a la plancha o para freír. De buena presentación con zonas magras, es una carne tierna de la que se extraen los escalopes y escalopines, ideal para hacer a la plancha o rebozada.

Tapilla: Corte muy bueno para filetes, sin infiltraciones de grasa por lo que es perfecta para rebozar.

Categoría Primera B

Aguja: Se sitúa en las cinco primeras vértebras dorsales uniendo el pescuezo con el lomo. Esta pieza es tierna, jugosa y adecuada para hacer a la plancha, frita, empanada e igualmente apta para guisos.

Brazuelo: Ideal para guisar y hacer caldos, es una carne gelatinosa y con menos nervios que el morcillo.

Culata de contra o contratapa: La culata de contra es una pieza jugosa, tierna y tendinosa. Es un corte ideal para hacer filetes y brochetas o guisos.

Espaldilla o espalda: Es una carne grasa y jugosa, se divide en cantero y plana, del cantero suelen hacerse filetes y del final que es más duro se hace carne picada y de la plana, que se conoce también como solomillo de carnicero, se hacen filetes para freír, aunque en general la espaldilla es apropiada para asar entera en el horno o elaborar guisos y estofados.

Pez: Esta pieza alargada también es tierna y jugosa, el nervio que la recorre es fácil de extraer. Ideal para asar o para hacer rellena.

Rabillo o punta de cadera: Forma parte de la cadera. El centro es más tierno que los extremos, es una carne muy válida para hacer filetes y escalopines, para picar, para guisar o para hacer rellena.

Cuándo compráis filetes o carne para guisar ¿Tenéis claro la pieza más adecuada? ¿Os dejáis asesorar por vuestro carnicero de confianza? ¿En el momento de la compra os aconseja la mejor forma de preparación?

Os dejamos un enlace (aqui) para ampliar información.

Seis razas de vacuno que debes conocer y probar

Según el Ministerio de Agricultura y Pesca hay, aproximadamente, 45 razas de vacas entre las destinadas a producción de leche y las de consumo de su carne.

Morucha, Rubia Gallega, Asturiana de los Valles, Retinta, Pardo Alpina…quizás te suenen estos nombres de razas tradicionales nacionales destinadas al consumo de carne y criadas en prados y montes de nuestro país.

La calidad y sabor de la carne depende de la alimentación y de la forma de cría (en libertad, producción en extensivo, explotaciones tradicionales…)

¡Vamos a ver algunas de las razas más características y especiales!

 

ASTURIANA DE LOS VALLES

Como su nombre nos indica viven en la Cordillera Cantábrica, alimentándose de los pastos de las montañas y de los valles (según la época del año) en pequeñas explotaciones tradicionales.

Es una raza que en los últimos años se ha cuidado mucho estando en estos momentos en expansión.

Su carne es tierna y jugosa, con grasa infiltrada como consecuencia de la alimentación natural y de las jornadas al aire libre en constante movimiento. El nivel de ácidos grasos insaturados es importante influyendo en el sabor y aroma característico.

 

RUBIA GALLEGA

Su lugar de origen está en Galicia y su origen en una raza local que se mantuvo en pequeñas ganaderías de subsistencia. En la actualidad se cría principalmente en Galicia (1.800 explotaciones) pero también se ha extendido a otras zonas del país.

En los últimos 20 años las explotaciones se han modernizado adaptándose a las nuevas normativas pero manteniendo su esencia.

La Rubia Gallega tiene una carne muy tierna y jugosa, con un sabor intenso y muy especial. Son animales de menos de diez meses alimentados de leche materna y forrajes vegetales elaborados con los pastos de las zonas de cría.

 

RETINTA

Nos trasladamos al sur de la Península concretamente a Cádiz y Extremadura para descubrir la raza Retinta. Es una de las tres razas puras de origen español junto con la Tudanca y la Morucha.

Su alimentación es diferente a las razas que hemos visto anteriormente (como consecuencia del clima de las zonas en que viven, más seco y caluroso), pues además de pasto se alimentan de ramas de encinas y musgos.

Su característica principal es su sabor delicado y particular que la hace diferente y única.

 

TUDANCA

Se cría en libertad en zonas altas (pasto de montaña) de Cantabria.

Es un animal de pequeño tamaño que pasta libremente y solo unos meses antes de su sacrificio se les alimenta de cereales. Este cambio de alimentación produce un veteado de grasa dentro del musculo y como consecuencia mayor ternura, jugosidad y sabor. El color de la carne es rojo intenso característico de las razas más rusticas con alto contenido en Omega-3.

 

MORUCHA (SALMANQUINA)

La raza Salmantina o Morucha desciende de desaparecido URO, un tipo de vaca de gran tamaño muy extendido por Europa hasta el año 1.600 D.C.

Es una raza que se cría principalmente en Salamanca pero también las hay en zonas de Zamora, Norte de Cáceres y en la Sierra de Madrid.

Su carne, de rojo intenso, con muy buena infiltración de grasa conocida como “MARMOLEO”.

Como consecuencia del respeto al ciclo de lactancia de las crías, la alimentación posterior en las dehesas con gran variedad de productos naturales y el constante ejercicio físico se produce una carne de gran calidad y sabor característico.

 

PARDO ALPINA (RATINA)

Estas vacas viven en los Montes de León considerados como uno de los mejores lugares para su cría por el clima de la zona (más bien seco).

El apodo de “ratina” procede de su color característico (grisáceo), es una raza mixta, también da leche.

Su carne es roja y sabor con diferentes matices dependiendo de la pieza que se consuma. La grasa envuelve a los músculos aportando un extra de jugosidad.

Como dice el refrán…”para gustos los colores” por lo que es difícil decir que raza de vacuno es mejor que otra. En esta ocasión hemos presentado las mejores consideradas por ganaderos y cocineros.

Sabemos que hay pequeñas explotaciones de variedades locales (que no llegan al mercado) y que son de gran calidad. ¿Conoces alguna?

¿Qué piezas son las que te gustan más…chuletón, lomo…? ¿Conoces algún restaurante donde disfrutar de alguna de estas razas de vacuno?

 

 

Consejos para un Roast-beef jugoso

Para  los amantes de la carne el roast beef (o rosbif)  bien cocinado es un plato exquisito, jugoso, tierno y de gran sabor.  Ofrece muchas posibilidades y admite gran variedad de guarniciones y usos: comidas, cenas ligeras, aperitivos rápidos, en bocadillos o sándwiches…

Aunque es un plato sencillo de cocinar os vamos a dar algunos consejos básicos para conseguir un roast beef perfecto:

 “Elección de la carne

Una pieza de calidad ya sea de ternera o buey, garantiza un buen resultado. Hay que escoger piezas tiernas y mejor con vetas de grasa intramuscular. También es conveniente que la pieza de carne que escojamos tenga una capa de grasa externa que aporte un extra de jugosidad.

Los cortes más adecuados para preparar el Roast-beef son el lomo (alto o bajo), la espaldilla, el solomillo, el redondo

“Aderezos”

Estas piezas necesitan pocos aderezos, con una condimentación básica de sal y pimienta sería suficiente. Frotaríamos toda la superficie unifórmenme.

Si nos gusta variar podemos añadir especias secas (romero, tomillo…) mezcladas con sal y azúcar que aportaran un toque dorado y caramelizado al exterior.

“El asado”

Para un asado correcto la pieza de carne ha de estar a temperatura ambiente antes de pasar al horno. Entre una o dos horas (dependiendo de la poca del año) fuera del frigorífico será suficiente.

Mejor poner la pieza de carne sobre una rejilla con una fuente debajo para recoger  los jugos.

Para que se ase la carne uniformemente y no se reseque conviene regar la pieza frecuentemente con los jugos.

La temperatura del horno es muy importante, los primeros 15 minutos estará a 200ºC, después bajaremos la temperatura a 180ºC hasta el final del asado. Calculando unos 15 minutos por cada kilo de peso para “poco hecho”, 17-18 minutos para “al punto” y 20-22 minutos para “bien hecho”.

Como vemos el punto final del asado puede variar según nuestro gusto pero es cierto que es difícil calcular y los tiempos dados anteriormente son orientativos. Lo mejor es utilizar un termómetro de carne que insertaremos en la parte central de la pieza de carne por el lado más grueso.

Estas son las temperaturas internas de la carne y el punto final que obtendremos:

Muy poco hecho—45ºC

Poco hecho———- 50ºC

Antes del punto—-55ºC

Al punto—————60ºC

Pasado del punto—65ºC

Bien hecho————70ºC

Si nos gusta la carne sonrosada toda por igual deberemos asar la pieza de carne a baja temperatura (95ºC) durante un tiempo prolongado (entre 3 y 5 horas) Con esta forma de asado no tendremos un exterior crujiente

“El reposo”

Finalizado el tiempo de asado es muy importante dejar reposar la carne unos 20 minutos. Este reposo permitirá que los jugos se asienten el interior consiguiendo un Roast-beef  más jugoso.

Estamos seguros que después de leer este post estáis perfectamente preparados para preparar un rico Roast-beef.

Estamos seguros que vosotros también tenéis algún pequeño truco para mejorar esta receta, ¡cuéntanoslo!

Moussaka griega

Esta deliciosa receta tradicional griega se hace con carne picada de cordero, también podríamos hacerla con carne de ternera pero en este caso cambiaría totalmente el sabor original y perdería intensidad.

La moussaka griega tiene un gran parecido con la lasaña, pero sustituimos las placas de pasta por capas de berenjena y patata en la parte inferior.

Ingredientes:

2 berenjenas.

400 gr de carne picada de cordero o de ternera.

1 cebolla.

1 zanahoria.

3 tomates rojos.

2 patatas.

1/2 vaso de vino.

Tomillo, sal, pimienta, nuez moscada

Queso rallado.

Salsa bechamel (con 25 g de harina, 25 g de mantequilla y medio litro de leche)

Preparación:

La preparación de Moussaka griega es laboriosa porque tiene varios pasos pero ninguno ofrece dificultad.

Cortamos las berenjenas en láminas y las ponemos con un poco de sal sobre un papel absorbente para evitar el sabor amargo.

Mientras reposa la berenjena, pelamos las patatas, cortamos en rodajas y freímos ligeramente, dejamos escurrir.

En el mismo aceite freímos la berenjena (también ligeramente) y reservamos. 

Por otra parte, picamos la cebolla y la zanahoria muy menuda (en brunoise) y  pochamos en una sartén. Cuando se ablanden, añadimos los tomates, pelados y picados. Dejamos que se hagan hasta tener un buen sofrito para la carne (15 minutos).

Freímos ligeramente la carne picada de cordero en una sartén,  añadimos a la salsa de tomate y hortalizas y agregamos el tomillo, la pimienta y el vino, dejando que cueza durante unos diez minutos hasta que no quede rastro de líquido.

Por último, preparamos la salsa bechamel:

Mezclamos la harina con la mantequilla hasta que se dore, incorporamos la leche, removemos hasta que esté bien espesa. Salpimentamos y espolvoreamos nuez moscada y pimienta molida.

Una vez realizados todos estos pasos podemos empezar a montar la Moussaka de carne de cordero:

En una fuente rectangular apta para horno ponemos como base una capa con las rodajas de patatas que hemos frito previamente. Encima pondremos parte de la  berenjena. Cubrimos con la  carne picada de cordero.

Sobre la capa de carne picada ponemos otra capa de láminas de berenjena y volvemos a cubrir con la carne de cordero, aplastamos un poco para que quede bien compacta.  Ponemos una última capa de berenjenas y finalmente cubrimos con bechamel.

 Espolvoreamos con queso rallado y metemos la fuente en el horno durante 20 minutos a 170ºC y gratinamos unos  minutos a 220ºC.

Como habréis visto esta receta tiene varios pasos pero sin dificultad.

¿Conocíais esta receta?  ¿Qué otras recetas con carne picada ya sea de cordero o ternera os gustan? ¡¡Cuéntanoslo!!

5 salsas para acompañar un solomillo

Los buenos solomillos tienen sabores intensos y variados según sean de ternera, cerdo, vaca, buey… la mejor  forma de tomarlos es a la plancha/parrilla y en su punto, no necesitando mucho más. Pero, es cierto que solemos acompañarlos de diferentes guarniciones y algunas salsas que maridan perfectamente  con el sabor de los diferentes solomillos.

Hoy, os dejamos CINCO salsas que darán color y sabor a vuestros platos de carne especialmente al solomillo.

 

Salsa al vino

Empezamos por la salsa de vino al ser la salsa de más sencilla preparación.

Ingredientes:

500 ml de vino (de una cierta calidad ya que dará el aroma a la salsa)

2 cucharadas de azúcar.

Preparación:

Ponemos el vino en un cazo con las dos cucharadas de azúcar a fuego medio/bajo. Vamos moviendo hasta que se reduzca y se caramelice, unos 20 minutos.

Esta salsa de vino es una excelente elección para acompañar los medallones de solomillo de vaca o de buey, que combinan perfectamente con ese sabor dulce y potente del vino reducido. Al servir añadir unos cristales de sal Maldon sobre la carne.

Esta misma salsa podemos hacerla pochando 1/2 cebolla cortada muy fina, añadiendo después el azúcar y el vino

Salsa de pimientos del piquillo

Esta salsa se suele utilizar en carnes asadas (rosbif, redondos…) pero si la usáis con medallones de solomillo descubriréis que el resultado es magnífico.

Ingredientes:

20 gr. Mantequilla.

150 gr. de pimientos del piquillo.

½ cebolleta,  ½ diente de ajo.

60 ml de nata líquida para cocinar.

1 cucharada de vino fino seco.

Sal y pimienta molida.

Preparación:

Picamos la cebolleta y el ajo menudo. Derretimos en una sartén la mantequilla y sofreímos la cebolleta y el ajo. Cuando estén transparentes echamos los pimientos del piquillo, el vino y la nata. Cocer a fuego bajo durante cinco minutos, triturar con una batidora de cuchillas.

Y…¡¡listo!!

Salsa de frutos rojos

La salsa de frutos rojos por su sabor intenso es perfecta para acompañar, además de  solomillo, otros cortes  como el ossobuco, el jarrete o morcillo y las carnes rojas como la espaldilla.

No dejéis de probar los contrastes ácidos de esta salsa en combinación con la carne tierna y sabrosa del solomillo.

Ingredientes:

1 cebolla mediana.

30 gr. De azúcar

180 gr. frutos rojos

100 ml. Vino de Oporto

15 gr. Mantequilla

200 ml. Caldo de verduras

Pimienta negra molida, Sal

Aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Pelamos y cortamos finamente la cebolla. Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una cazuela y pochamos la cebolla junto con el azúcar, a fuego muy suave durante 10 minutos. Tapamos la cazuela para facilitar la cocción.

Añadimos los frutos rojos (pueden ser congelados) se pueden usar arándanos, grosellas, moras, frambuesas y fresas frescos. Subimos la potencia del fuego y, cuando alcance el punto de ebullición, regamos con el vino de Oporto. Dejamos reducir.

Añadimos el caldo de verduras y llevamos nuevamente a ebullición. Cocemos durante 10 minutos a fuego medio antes de triturar y pasar por el colador. Probamos el punto de sabor y ajustamos con una pizca de sal y pimienta negra si lo consideramos necesario. Por último añadimos la mantequilla, removemos hasta fundir.

Salsa de hongos

Las carnes rojas maridan muy bien con salsas cremosas como la salsa de hongos.  Además de ser un buen acompañante del solomillo de ternera, vaca  es una salsa perfecta para las piezas de cerdo (presa de cerdo Ibérico, lomo…)

Ingredientes:

2 boletus y 4 champiñones

Jugo del asado

Tres cucharadas de nata líquida

Preparación:

Salteamos los boletus y los champiñones cortados en cuartos hasta que están bien jugosos. Incorporamos a la sartén los jugos resultantes de la preparación de los solomillos.

Removemos bien las setas ya cocinadas con los jugos, añadimos la nata líquida para ligar la salsa. Salpimentamos.

Se puede servir la salsa con las setas enteras o se puede triturar.

Salsa de queso cabrales o roquefort

¿Cuántas veces habéis disfrutado de solomillo al cabrales o roquefort?

La salsa de roquefort o la salsa de Cabrales y en general cualquier salsa de queso azul es excelente en contrate con el sabor de la carne roja. El secreto está en suavizar el sabor del queso que utilicemos

Ingredientes:

Queso Cabrales auténtico 75 g (o Roquefort)

50 ml. Nata líquida para cocinar

Preparación:

Precalentamos el horno a 200ºC.

Mientras tanto, preparamos la salsa de Cabrales. Como este queso es muy fuerte y queremos notar su sabor pero sin tapar el sabor del solomillo de ternera, mezclamos el queso con nata liquida y lo llevamos a ebullición a fuego lento mientras removemos con las varillas. Cuando el queso se haya fundido, pasamos la salsa por un colador y la reservamos en caliente para servir con los solomillos.

¿Que otras salsas soléis utilizar para acompañar a los solomillos? ¿Cual es vuestra salsa preferida? Cuéntanoslo para ampliar nuestra lista de salsas para acompañar a las diferentes carnes

Solomillo de cerdo a la sal

Un clásico de la cocina son los pescados a la sal pero en los últimos años las carnes cocinadas de este modo van ganando adeptos.

La receta de hoy es de una máxima sencillez, necesita poco ingredientes y es un asado en el que la carne siempre queda jugosa.

¡Solomillo de cerdo a la sal, una receta perfecta para triunfar!

Puede utilizarse carne de cerdo o de ternera. Las  piezas redondas y enteras son las más adecuadas,  como el redondo de ternera,  el solomillo de ternera o de cerdo, el lomo de cerdo, o la aguja o cabezada de cerdo.

Tenemos que tener en cuenta el peso de la pieza de carne (1 kg aproximadamente para  4 comensales) y el tiempo de asado (1 hora por cada kg de carne si nos gusta hecha si la preferimos sonrosada con 40 min. Será suficiente)

Junto con la pieza de carne que hayamos escogido el otro ingrediente estrella de esta receta es la sal; sales hay muchas variedades pero hay una especial  para hornear, es una sal de cristales muy gruesos especial para asados. Necesitaremos aproximadamente 2 kg de sal por cada kg de carne.

 

Ingredientes:

1 kg de solomillo de cerdo o ternera.

2 kg de sal gorda para asar.

2 claras de huevo.

Adobo: (no es necesario pero podemos  darle un toque de sabor diferente)

Hierbas tipo provenzal o solamente romero y tomillo.

2 cucharadas de vino blanco.

2 cucharadas de mostaza.

Preparación:

Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.

Si vamos a utilizar adobo, preparamos la mezcla frotamos la pieza de carne (en este caso el solomillo) y dejamos reposar una hora)

Mezclamos la sal con las claras de huevo.

Cubrimos el fondo de la bandeja que vayamos a utilizar con una capa de sal de unos 2 cm de espesor, colocamos la pieza de carne de solomillo de cerdo y cubrimos con el resto de la sal hasta dejarla completamente enterrada.

Humedecemos la sal con unas gotas de agua, para ello basta con mojarnos las manos y sacudirlas sobre la sal para salpicarla.

Horneamos a 200ºC durante aproximadamente 50 minutos por cada kg de carne para un punto medio, 40 si la queremos más sonrosada y 60 min. Para bien hecha.

Podemos utilizar un termómetro para comprobar la temperatura interior del solomillo (65º/68ºC)

Sacamos del horno, dejamos reposar 5 minutos y quitamos la sal que se romperá con facilidad.

Ya tenemos lista nuestra pieza de solomillo de cerdo asada, si no hemos puesto adobo podemos acompañarla de una salsa de mostaza y miel.

Con este tipo de asados se consigue unas carnes  tiernas y con sabores muy intensos.

¿Ya habíais probado la carne a la sal? ¿Cuál es vuestra pieza preferida de ternera  o cerdo? ¿Preferís solomillo, lomo…)

Es importante que la pieza esté limpia de grasa seguro que vuestro maestro carnicero de confianza os la preparara adecuadamente.

Carne de vacuno: Categoría Extra

 

En nuestro anterior post vimos la clasificación de la carne de vacuno, vamos a profundizar un poco más conociendo los cortes y piezas del vacuno ya sea ternera, añojo, novillo, vacuno mayor…

cortes carne de vacuno

Aunque hablamos de vacuno en general, es la carne de ternera la preferida por la mayoría de los consumidores.

 

Carne de vacuno: Categoría Extra

Las categorías comerciales están determinadas por el corte, contenido en grasa, tejido conjuntivo… cada categoría es apropiada para un tipo de preparación o cocción. Hoy vamos a ver la Categoría EXTRA, piezas muy jugosas que necesitan poco cocinado.

Lomo alto, Carne limpia, jugosa, es la parte delantera del lomo y sus cortes son muy valorados. Con el corte deshuesado se elabora el conocido roast-beef y con los huesos se disfruta de los suculentos chuletones. Es ideal para freír, hacer a la plancha, a la brasa o a la parrilla.

Lomo bajo, La parte trasera del lomo es también magro, jugoso y tierno. Unos filetes de gran untuosidad.  Y en esta pieza extraemos…

Entrecot: son los filetes que están entre las costillas.

Solomillo: Uno de los cortes más valorados es el solomillo, situado en la cara interna del lomo bajo. Se puede cocinar a la plancha, a la parrilla o frito, no se recomienda un asado demasiado prolongado. También se vende la pieza entera para asar.

¿Tienes claro que pieza utilizar o sus características? No dejes de consultar a  nuestros maestros  carniceros, te asesoran y aclararan dudas.

Descubre todos estos productos y muchos más en  nuestra tienda Online

Lasaña de carne picada

Nuestra receta de hoy es un clásico que ha cruzado fronteras desde Italia y Grecia y que podemos disfrutar en cualquier lugar.

El secreto está en utilizar una carne picada de calidad para que quede jugosa y muy sabrosa.

Lasaña de carne picada es una receta que necesita tiempo pues hay que hacer la carne picada (salsa boloñesa), la  bechamel, las láminas de lasaña y el horneado.

¡¡El esfuerzo tiene su recompensa!!

Ingredientes Lasaña de Carne:

  • Salsa Boloñesa*
  • 12 láminas de lasaña
  • 100 gr de queso para gratinar
  • 70 gr de mantequilla
  • 70 gr de harina
  • 750 ml de leche.
  • Sal, pimienta molida, nuez moscada

*Ingredientes salsa boloñesa    

  • 500 gr de carne de ternera picada.
  •  250 gr de carne de cerdo picada,
  • 1 zanahoria, 1 tallo de apio, 1 pimiento verde, 1 cebolla.
  •  1 kl de tomates.
  • 3 dientes de ajo, 1 cucharadita de orégano, 1 cucharadita de albahaca.
  • Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.
  • 1 vaso de vino blanco seco

Preparación de la salsa Boloñesa:

Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y salteamos en ella los dos tipos de carne picada, removiendo constantemente para que se dore ligeramente por todos lados y quede suelta. Agregamos el vino, el orégano y la albahaca y cocemos hasta que se evapore el líquido. Retiramos del fuego y reservamos.

Picamos en brunoise todas las verduras.

Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra y rehogamos las verduras en este orden: ajo picado, cebolla (esperamos que se poche 3 minutos),  zanahoria, pimiento y apio. Dejamos cocer a fuego suave hasta que estén tiernas.

Mientras, pelamos los tomates y cortamos en dados. Añadimos a las verduras la carne picada y el tomate. Salpimentamos y dejamos hacer 30/40 minutos.

Preparación lasaña:

Una vez que tenemos la salsa  boloñesa con la que rellenar la lasaña preparamos la salsa bechamel:

Ponemos la mantequilla en un cazo, esperamos a que se funda, agregamos la harina, mezclamos bien y esperamos que se tueste. Vertemos poco a poco a leche caliente y sin dejar de remover  dejamos que cueza y se espese (unos 15 minutos). Salpimentamos y espolvoreamos nuez moscada.

Cocemos las láminas de lasaña según instrucciones del fabricante. Escurrimos y secamos.

En una fuente para horno, ponemos un poco de salsa bechamel, encima una capa de láminas de lasaña, una capa de salsa de carne picada, más bechamel, nuevamente láminas de lasaña y así hasta casi llegar al borde de la fuente. La última capa ha de ser de láminas de lasañas que cubriremos de bechamel. Espolvoreamos el queso rallado y gratinamos 15 minutos o hasta que se dore el queso.

Sacamos del horno y dejamos reposar unos minutos.

Esta sería la receta básica, pero podemos hacer variantes como añadir berenjena a la carne picada, champiñón o espinacas. por supuesto se podría utilizar carne pollo o pavo e incluso carne de cordero.

¿Qué otros rellenos os gustan para la lasaña además de la carne picada?

Como el ingrediente principal es la carne es importante escoger piezas de ternera y cerdo jugosas y tiernas. Vuestro carnicero de confianza os recomendará las más adecuadas para que vuestra lasaña sea un éxito.

Carne de ternera, un lujo en la mesa

Es importante saber lo que comemos y hacer una elección de la pieza de carne adecuada al tipo de cocinado que vayamos a realizar (guiso, estofado, asado, plancha, barbacoa…)

Siendo la carne de ternera la más consumida, hemos decidido comenzar por la carne de vacuno viendo qué animales se incluyen dentro de esta denominación.

Clasificación carne de vacuno:

-Ternera de leche.

-Ternera.

-Añojo.

-Novillo.

-Cebón.

-Vacuno Mayor que incluye el Buey, el toro y la vaca.

Características y diferencias:

Ternera de leche: animal menor de 8 meses que ha sido alimentado exclusivamente con leche materna, por lo que el color de su carne es rosáceo, llamada carne blanca dentro de la carne de vacuno. El tipo de alimentación de la ternera hace que su carne sea muy tierna, de fácil digestión y que ofrezca un sabor suave y delicado.

Ternera: macho o hembra entre 8 y 12 meses de edad, similar a la ternera de leche Tierna, sabor algo más pronunciado, todavía contiene mucha agua y por lo tanto poca grasa.

Añojo: puede ser también hembra o macho, generalmente son animales de entre 12 y 24 meses de edad. Su carne ha adquirido más sabor, está más desarrollada y continúa siendo tierna y con poca grasa.

Novillo: Macho y hembra de entre 24 y 48 meses, su color es más pronunciado, más rojo, resulta más sabrosa, pero empieza a perder la ternura de las carnes mencionadas antes, no obstante un buen cocinado la hará deliciosa.

Cebón: Se denomina cebón a la carne del macho castrado con menos de 48 meses. Está quizá poco valorada, pero resulta una carne muy gustosa. Su color es rojo y su carne más prieta, para muchos, una de las carnes más sabrosas.

Vacuno mayor: En esta categoría se encuentra el buey, que es el macho castrado mayor de 48 meses. La vaca, que es la hembra mayor de 48 meses. El toro, que es el macho mayor de 48 meses procedente de lidia. La carne es menos tierna, con más grasa y por lo tanto resulta jugosa.

Cada corte de carne y tipo de animal nos aporta valores nutricionales distintos, siendo la carne de ternera la más consumida por su sabor suave, ternura y poca grasa

Valor nutricional carne de ternera

La carne de ternera desde la antigüedad ha estado muy bien considerada, un lujo en la mesa, de ahí que encontremos muchos refranes al respecto… “Mientras puedas comprar ternera, ¿Para que quieres comprar la vaca entera?”.

Esperamos que con este post hayamos aclarado conceptos sobre la carne de vacuno y especialmente de la carne de ternera. Para escoger la pieza más adecuada según el tipo de receta que vayáis a cocinar, no dejéis de consultar a vuestro carnicero de confianza.

¿Consumís con frecuencia carne de ternera? ¿Que pieza os gusta más? ¿Como la cocináis?

Carrilleras o carrilladas al vino tinto

Un corte de carne que en los últimos años se ha convertido en una auténtica delicatesen llega a nuestra cocina para preparar una deliciosa receta… La carrillera o carrillada al vino tinto.

Las carrilleras pueden ser de vaca o cerdo, en esta ocasión hemos utilizado carrilleras de cerdo que vamos a cocinar con vino tinto para conseguir una salsa deliciosa y una carne melosa, jugosa y muy, muy sabrosa.

¡No olvidéis que debemos cocinarla a fuego lento y sin prisas!

Ingredientes: (3 comensales)

6  Carrilleras de cerdo.

1 Cebolla, 1 diente de ajo.

1 Pimiento rojo y 1 pimiento verde.

1 Zanahoria.

500 ml de caldo de carne.

2 vasos de vino tinto de buena calidad.

Harina.

Sal, pimienta negra molida.

Aceite de oliva virgen extra.

Preparación:

Las carrilleras tienen que estar sin hueso y  bien limpias de grasa y resto de telillas. Seguro que nuestro carnicero de confianza nos las preparará perfectamente.

Salpimentamos las carrilleras de cerdo por ambos lados y las enharinamos, sacudiendo para retirar el exceso. Calentamos un poco de aceite en una olla y marcamos las carrilleras a fuego fuerte. Retiramos y reservamos.

Lavamos bien los pimientos, los vaciamos y picamos en cuadraditos pequeños. Pelamos los dientes de ajo, las cebollas y las zanahorias y picamos estas dos últimas verduras, también en cuadrados pequeños.

Calentamos un poco más de aceite en la olla donde marcamos las carrilleras y pochamos todas las verduras durante 10 minutos.

Regamos con el vino tinto y dejamos reducir, a fuego fuerte, para que se evapore el alcohol. Incorporamos las carrilleras y el caldo de carne. Dejamos cocer a fuego lento durante una hora y media como mínimo.

Cuando las carrilleras/carrilladas estén listas las retiramos de la cacerola y trituramos bien las verduras para hacer la salsa. La pasamos por un chino o colador y la devolvemos a la olla para darle un último hervor y dejar que coja cuerpo y espese algo más. Servimos las carrilleras con la salsa por encima.

La guarnición perfecta para las carrilleras…puré de patatas o patatas cocidas.

¿Preparados para lanzaros a la cocina? Veréis que aunque se necesita tiempo para que las carrilleras estén en su punto es una receta sin complicaciones.

¿Cómo las preparáis vosotros? ¿Os gustan más las carrilleras de cerdo o las carrilleras de vaca?

Caldo casero perfecto

¡Cuando llega el frío nada más reconfortante que un buen caldo casero!

Un buen caldo, no solo nos sirve  para calentarnos en momentos de destemple sino que es base (fondos) de numerosos platos en cualquier época del  año. Nos viene a la memoria las ollas cociendo durante horas y el olor que envolvía los hogares invitando a reunirnos alrededor de la mesa.

Podemos hacer caldos con verduras, legumbres, carnes, pescados…

Hacer un caldo” consiste en cocer diferentes alimentos en abundante agua hasta traspasar los sabores y nutrientes de los alimentos sólidos al líquido siguiendo estos pasos:

  • Utilizaremos agua fría.
  • Intensidad del calor media/baja que permite una cocción lenta.
  • Tiempos largos de cocción, especialmente con verduras, legumbres y carnes (4/5 horas). En el caso de pescado el tiempo será más breve (20/30 minutos).
  • Al principio de la cocción imprescindible espumar para quitar las impurezas.
  • Al final de la cocción hay que desgrasar el caldo una vez enfriado.

Después de ver los pasos básicos vamos a hacer un repaso de los diferentes ingredientes. Un buen caldo tiene siempre una base vegetal (cebolla, zanahoria, puerro, apio…) y según el caldo que queremos hacer añadiremos otros ingredientes: legumbres, pollo, carne, pescado, mariscos…

Es imprescindible encontrar un equilibrio entre los ingredientes para evitar sabores intensos (exceso de apio, cebolla…) que desvirtúen el  resultado del caldo. Algunas verduras  no son adecuadas: col, coles de Bruselas, coliflor.

Como guía, será suficiente con 50/100 gr de cada verdura escogida por kilo de carne o pescado.

La elección de carnes será básica para un caldo perfecto. Escogeremos entre morcillo, falda, osobuco, carnes gelatinosas y de gran sabor. Las piezas no deben de ser inferiores a 250 gr.

Lo mismo ocurre con los huesos (rodilla de ternera, de caña,  de jamón y  de espinazo de cerdo), un hueso rancio dará al traste con nuestro caldo.

Si vamos a preparar un caldo de pescado/marisco, utilizaremos espinas y cabezas de pescados como rape o pescadilla (evitaremos los pescados azules), cabezas de gambas y cascaras de marisco. Para este tipo de caldo la cocción será más corta, entre 20/30 minutos. Un exceso de cocción puede dar un toque amargo al caldo.

¿Cantidad de agua? A esta pregunta se suele contestar “abundante agua” pero… ¿qué quiere decir esto?  Como referencia  diremos que una vez puestos los ingredientes el agua debe cubrirlos y sobrepasar  tres dedos. Se puede añadir agua durante la cocción si se reduce mucho.

Con todos estos consejos estamos listos para preparar un exquisito y aromático caldo.

¿Cuál es vuestro caldo preferido? ¿Caldo de verduras, carne, pollo, pescado? Si habéis contestado caldo de pollo o carne en nuestros establecimientos encontraras  preparados para caldo/cocido.

Fricandó de ternera

Fricandó de ternera es un clásico de la gastronomía francesa (fricandó proviene del francés “fricandeau”) y aunque los orígenes son franceses en Cataluña es un plato popular muy arraigado desde la antigüedad.

Esta es una receta que nos devuelve a la infancia pues era un guiso muy frecuente en el otoño (en aquella época, en  casa, no la conocíamos como Fricandó)

Ingredientes:

  • 750 gr de ternera en filetes finos (os recomendamos Tournedó de cadera, filetes pequeños, redondos y tiernos)
  • 2 cebollas, 2 dientes de ajo
  • 4 tomates
  • 350 gr de setas (champiñones, senderuelas, boletus, seta de cardo, etc…)
  • 1 vaso de vino blanco
  • Harina.
  • Sal, pimienta, romero.
  • Almendras picadas (6/8 unidades)

Preparación:

Salpimentamos los filetes de ternera, los pasamos por harina. Quitamos el exceso.

En una olla con aceite los doramos ligeramente. Retiramos y conservamos.

En el mismo aceite pochamos la cebolla y los dientes de ajo picados menudos. Añadimos los tomates pelados y troceados a cuadraditos.

Salpimentamos y ponemos 1/3 cucharadita de romero.

Dejamos hacer 10 minutos.

Mientras, lavamos las setas y secamos bien.

Incorporamos los filetes de ternera, las setas, el vino y un poco de agua (mejor poner poca agua e ir añadiendo poco a poco si es necesario)

Tapamos y dejamos hervir a fuego lento durante 50/60  minutos.

A mitad de la cocción añadimos las almendras picadas.

Cuando comprobemos que la carne esta tierna, apagamos el fuego y dejamos reposar. Este es uno de esos platos que ganan en sabor con el reposo.

Como receta tradicional tiene variantes según la zona en que se cocine. Hay quien prefiere utilizar carne de pollo, trocitos de pan en vez de almendras, las especias también cambian según gustos.

A nosotros nos encanta acompañarlo con puré de patata ¿Y a ti?

¿Cuéntanos tu receta? ¿Cuáles son tus setas preferidas?

Costillar de ternera Asado a Baja Temperatura

Después de la publicación “Cocina a baja temperatura” llega el momento de pasar a la acción, poniendo en práctica lo aprendido, con esta deliciosa y sencilla receta ¡para todos los públicos!.

Aunque no tengamos los electrodomésticos específicos para cocinar a baja temperatura, nos preparamos a cocinar un costillar de ternera en un horno convencional que cualquiera puede tener en casa.

Ingredientes:

Guarnición:

  • 1 Pimiento Verde
  • 1 Pimiento Rojo
  • 1 Cebolla Morada
  • 1 Calabacín
  • 8 Patatas baby
  • Sal y Aceite de Oliva Virgen

Preparación:

Limpiamos y secamos bien el costillar con papel de cocina de cualquier resto de humedad. Con un rollo de film envolvemos la pieza con dos o tres capas presionando bien para evitar que queden burbujas de aire.

Después, envolvemos también con papel aluminio e introducimos en el horno a una temperatura de 80ºC durante 13 horas (Os recomendamos dejarlo hacer durante la noche)

Pasadas las 13 horas, sacamos el costillar del horno y si no vamos a consumir en el momento, dejamos la pieza envuelta en el film hasta su consumo.
Llegado el momento, retiramos el film y volvemos a poner en el horno (previamente calentado a 250ºC), regamos con un chorrito de Aceite de Oliva Extra Virgen y con el jugo obtenido en la cocción, durante 15 minutos.
Mientras tenemos en el horno nuestro costillar preparamos la guarnición.
Cortamos las verduras en juliana fina y las salteamos durante 5 minutos.
Las patatas baby las cocemos en abundante agua con sal durante 15/20 minutos.

¡Ya está todo listo para disfrutar de una carne blanda que se desprende de las costillas con gran facilidad!

¿Que os ha parecido la receta del costillar de ternera a baja temperatura? ¿Os animáis a probarla? ¿Cual sería vuestra guarnición preferida? ¿Como soléis preparar el costillar de ternera?

Ya sabéis que para esta y todas las recetas, la mejor calidad y variedad de productos los encontraras en  nuestros establecimientos y también en la tienda Online .

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